lunes, 28 de julio de 2014

Entrevista a Ramiro Pinto, en huelga de hambre


 Nos encontramos con Ramiro Pinto, un leonés que ha iniciado una huelga de hambre. ¿Cuánto tiempo lleva en huelga de hambre? ¿Cómo se encuentra?

Ramiro Pinto: Hoy 9 días. Me encuentro con muchos ánimos pero cansado. El síntoma que más noto es el cansancio.

FCSM:  Se trata de una decisión drástica. ¿Cuáles son los motivos que le llevaron a tomarla?

RP: Vivir una situación injusta en cuanto a la aplicación de la ley.  La ley misma se aparta de lo que es el concepto de la justicia y entonces decidí que había que dar una respuesta, pero que transcendiera la cuestión personal, que se me ofreció solucionar para acallar el tema.

FCSM: Y ¿cuáles son los objetivos que espera conseguir a través de su huelga de hambre?

RP: A través de los apoyos conseguidos y de la movilización unitaria de todos los colectivos sociales, partidos fuera del ámbito gubernamental y sindicatos, lograr una ley que haga que todos los desempleados, cuando pierdan el subsidio de desempleo, tengan derecho a una prestación sobre el umbral de la pobreza e incondicional. La burocracia, en vez de resolver los problemas de la ciudadanía, se ha convertido en un problema; y el coste de la misma para controlar a los desempleados sería casi equivalente a lo necesario para dicha prestación.

FCSM: En las condiciones en las que se encuentra una gran parte de la ciudadanía y los trabajadores de este país, está debería ser una noticia destacada. ¿Está obteniendo cobertura por parte de los medios de comunicación o una persona en huelga de hambre “no es noticia” en este país?

RP: Es noticia en la prensa local pero, de momento, a nivel nacional no ha trascendido; se quiere ignorar porque precisamente lo que hace una huelga de hambre es hacer visible el hambre que se oculta en los hogares  y es convertir la falta de recursos y el sufrimiento que ello provoca en una herramienta contra quienes legislan para que esto suceda.

FCSM: ¿Cuál ha sido la respuesta de la Delegación del Gobierno? ¿Se ha puesto en contacto con usted alguna institución o autoridad pública?

RP: Insisten en que se ha aplicado estrictamente la ley en el desalojo de la Delegación del Ministerio de Trabajo. Y consideran que hay otros medios para plantear estas cuestiones.

Se ha puesto en contacto, además del Subdelegado del gobierno, el alcalde de León, Alejandro Valderas que es diputado  de Castilla y Leon, Luis Aznar, de la Junta de Castilla y león, los secretarios provinciales de UGT y CCOO y el antiguo decano del seminario mayor, Antonio Trabajo.

FCSM: Esto nos da una idea del apoyo que podemos esperar por parte de nuestros gobernantes. Pero, ¿y el apoyo ciudadano? Recientemente, doscientas personas se concentraron junto a usted ¿Le da ánimos?

RP: El apoyo ciudadano ha sido total: el 22M, con el impulso de la columna asturiana y de los Campamentos por la dignidad de Extremadura, la CGT, 15M, Stop Desahucios, Parados en Movimiento de Valladolid, Desempleados y Precarios de León, los Verdes, Izquierda Republicana, el PCE, Podemos, las Juventudes Comunistas, Ecuo, Ateneo varillas, Izquierda Unida, Compromiso socialista, Frente Cívico, muchísimas organizaciones y gente a título personal  de toda España, familia y amigos, y la colaboración especial en el seguimiento sanitario de los donantes de sangre y el doctor J. Romero y los amig@s ATS Reyes e Isidoro.

Sobre los ánimos… muchos. Muchísimos. Lo considero un alimento moral.

FCSM: Entendemos que esta valiente determinación suya se debe a no encontrar ninguna solución por las vías habituales de participación. Por eso le preguntamos quién tiene la solución: ¿el Gobierno que continúa con los recortes sobre la población o la ciudadanía organizada?

RP: La ciudadanía organizada y unida en torno a temas que, como éste, son urgentes. Pero hay que despertar a esa ciudadanía de su apatía porque todo lo que se ha hecho desde el gobierno se ha ido aceptando sin una respuesta contundente y entonces  dan un paso más en los recortes, hasta que la sociedad diga “¡basta!” y se convierta en un pueblo en lucha.

FCSM: ¿Qué opina de la desobediencia civil como herramienta de cambio? ¿Ha llegado el momento?

RP: La desobediencia civil es fundamental. Este gobierno provoca para llevarnos a la desesperación de manera que se produzcan estallidos de violencia que sirvan de disculpa para establecer un estado policial. Por cierto, con todos los recortes que están haciendo, ha aumentado el presupuesto para la policía y está siendo la única oferta de trabajo digna de consideración.

El momento ha llegado, porque la lucha contra el paro se ha convertido en una persecución contra los parados para imponer el miedo en la sociedad y hacer que los trabajadores acepten salarios más bajos y la ausencia de derechos laborales, llevando a una parte de los trabajadores a la precariedad laborar: Trabajan sin que sus salarios alcancen para cubrir los gastos familiares.

FCSM: Creemos que estas actitudes pueden hacerse más frecuentes en los tiempos que se avecinan. Usted, que es una persona luchadora, ¿cómo ve al resto de población, a aquellos que no se comprometen más activamente? Es más, esa falta de respuesta de una buena parte de la sociedad española, ¿a qué se debe: miedo, falta de información o egoísmo?

RP: Pienso que la mayoría de las personas no entiende lo que está sucediendo: Se está produciendo un fenómeno nuevo de una crueldad sin precedente que es usar el dinero público para beneficio  de empresas privadas que trasladan el dinero a la economía financiera. Habrá que ver si es más importante el AVE o que las personas coman. Voy a exponer como ejemplo un caso real: Con dinero público se ha hecho una ampliación del Hospital de León enorme. Lo ha hecho una empresa de construcción. Una parte del dinero público ha ido a parar a esa empresa, engrosando sus beneficios. Pero cuando se ha terminado la obra, cierran dos quirófanos y 2 plantas del hospital ¿cómo se entiende eso? El dinero empleado en construir el edificio se considera un incremento del gasto sanitario.

Desde mi punto de vista se debe a dos razones. Una: Un miedo provocado y calculado; el miedo paraliza a cualquier animal incluido el ser humano. Dos: Nos han educado desde pequeños diciendo: “Niño, cállate y no te muevas”;  cuando somos mayores nos callamos y no nos movemos. Una sociedad que permite este tipo de situaciones es una sociedad sin dignidad.


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