domingo, 31 de agosto de 2014

Foro Europeo "Mas Allá del Euro hay una alternativa" Manifiesto SALGAMOS DEL EURO!


Durante los días 20 a 24 de agosto, se ha celebrado en Asís el Foro Europeo 2014, “Más allá del Euro, hay una alternativa”. En él han participado distintas organizaciones y personalidades políticas y económicas de Europa, analizando la situación actual del proyecto europeo y las alternativas para superar las políticas de la Troika.

La introducción de Moreno Pasquinelli remarcó la naturaleza política del Foro: la oportunidad de conocer y discutir la posibilidad de construir una amplia alianza, democrática y constitucional, que permita a Italia – y en general todos los países europeos – salirse de la jaula de la zona del euro y de la Unión Europea.

El Foro fue inaugurado con un debate sobre Ucrania, “Los verdaderos motivos del conflicto en Ucrania”, con la presencia de Sergei Kirichuk (líder del partido Borotba) y del economista ruso Said Gafourov. El debate se centró en la ocupación imperialista de Ucrania por parte de Occidente y la Unión Europea, una ocupación con la complicidad de los medios de comunicación, hasta el punto que hablar de la situación griega es considerado “propaganda soviética”. La advertencia de Gafourov y Kirichuk fue, sin embargo, la de no confiar en Putin, cuyo objetivo es exclusivamente el proteger los intereses del capital ruso.

El segundo debate, “Ocaso o eclipse de las naciones”, contó con la presencia de Manolo Monereo, del Frente Cívico, enfocando su ponencia en la defensa del Estado y una política y práctica nacionales anti-capitalista. Fundamental, para Monereo.

Este tema fue profundizado, finalmente, en la mesa redonda de la noche, “La izquierda y el tabú de la soberanía nacional”, que contó con la presencia de Antonio Stacchiotti, Manolo Monereo, Said Gafourov, Sergej Kirichuk y una intervención por vídeo de Diego Fusaro. El debate se centró en los límites culturales y políticos de la Izquierda Europea para abordar la cuestión de la soberanía nacional. Solo así será verdaderamente posible la reconstrucción de una izquierda que sea capaz de proteger a las clases explotadas y de teorizar una perspectiva socialista.


¡SALGAMOS DEL EURO!

Numerosos líderes de organizaciones políticas de izquierda se pronuncian a favor de la salida Asís (Italia), 23 de agosto de 2014.

La Coordinación nacional de la izquierda italiana contra el euro celebró su “Foro europeo de 2014”, en Asís (Italia) del 20 al 24 de agosto de 2014, que reunió a un gran número de participantes, especialmente de los países de la Unión Europea, pero también de Ucrania y Rusia. En esta ocasión, los líderes de numerosas organizaciones políticas de izquierda de la Unión Europea aprobaron una declaración a favor de la salida del euro y la Unión Europea.

En todos los países de la UE, y particularmente en la zona euro, la Unión Europea y sus gobiernos miembros llevan a cabo de manera implacable violentas políticas antisociales: masiva disminución del gasto social, deflación de los salarios mediante el bloqueo salarial, impuestos a las rentas más bajas, subsidios injustificados a las grandes corporaciones supuestamente para crear puestos de trabajo, privatización, desmantelamiento de los servicios públicos y de la seguridad social, financiarización de la economía y de los presupuestos públicos ... El resultado es un aumento exponencial en el desempleo masivo y la precariedad.

El origen de esto se encuentra en las políticas de la Unión Europea, totalmente bloqueadas por el Tratado de Lisboa. Este último se basa en todos los dogmas neoliberales que ya han demostrado el daño que suponen para los intereses de las clases populares y medias. En la zona de euro los desequilibrios entre los países empeoran. El euro es un arma de destrucción masiva contra el empleo. La moneda única sólo sirve para proteger la rentabilidad de los inversores manteniendo de forma permanente y voluntaria un alto nivel de desempleo.

Existe una “esencia” de esta “construcción” europea que se basa en los valores e intereses de las clases dominantes occidentales: europeísmo, atlantismo, capitalismo, autoritarismo... Tal sistema no puede cambiar su naturaleza, no se puede mejorar desde dentro. Es necesario desmontarlo y construir algo radicalmente nuevo. La Unión Europea es de hecho el sistema más sofisticado del mundo fundado en el intento de construir una civilización basada en los valores de mercado. La Unión Europea es un monstruoso sistema de dominación y alienación de los pueblos del que necesitan ser emancipados.

La Unión Europea es una piedra angular del orden neoliberal mundial, con sus gigantes firmas multinacionales y las instituciones supranacionales (OMC, FMI, Banco Mundial, OTAN, UE, OCDE). Este sistema tiene una característica principal: obra con perseverancia para disolver la soberanía de los pueblos a nivel nacional. De hecho, es la mejor manera de que la dominación del gran capital crezca sin límites, como demuestra el Tratado de Libre Comercio Transatlántico (TAFTA, por sus siglas en inglés). Destruir las naciones es la garantía para las clases dominantes de que no hay vuelta atrás a las “reformas” neoliberales. Sin embargo, no puede existir soberanía popular sin soberanía nacional. Por tanto, eliminar las naciones es eliminar la democracia. Consiste en suprimir la capacidad de acción de los pueblos para decidir su futuro. El apoyo de la Unión Europea al régimen fascista de Kiev demuestra su total del euro y de la Unión Europea alineamiento con la OTAN y el imperialismo estadounidense.

Tras años de ejercicio del poder por partidos laboristas, socialistas o socialdemócratas en varios países de la Unión Europea, ahora es posible hacer balance. Esta evaluación es completamente abrumadora, como hemos visto en Grecia, España, Portugal, Francia... Estos partidos son ahora abiertamente neoliberales y ya ni siquiera intentan fingir que tratan de defender a la clase obrera. Preparan el terreno para gobiernos de gran coalición a la alemana (un gobierno de coalición entre partidos de izquierda y de derecha), que ya la Unión Europea impulsa en Grecia, España, Portugal e Italia. Si la brecha entre las clases dominantes y las clases trabajadoras es más evidente año tras año, la que existe entre la izquierda y la derecha se vuelve cada vez más difusa. En muchos países, no hay nada esencial que diferencie a la izquierda de la derecha. Estas fuerzas crean el clima político que construye y amplifica el avance de la extrema derecha, permitiendo la asimilación gradual de la nación con una definición esencialmente etnocultural de la extrema derecha, mientras que para nosotros la nación es estrictamente constitucional y política. Dejar este concepto político fundamental en manos de la extrema derecha es una grave irresponsabilidad, y muestra que todos estos partidos han renunciado a los requisitos esenciales de la propia existencia de la política y la democracia.

El auge de los partidos de extrema derecha en el seno de los países miembros de la UE se debe principalmente a las políticas de austeridad sobre las clases populares y medias que arrojan a los individuos a la miseria y los fuerzan a competir. La extrema derecha se ha apropiado ahora para sí la idea y los símbolos de la nación. Y, en sentido inverso, la idea de nación termina siendo asimilada a la extrema derecha. Sin embargo, la extrema derecha defiende una visión estrecha de la nación, reducida a su sola dimensión identitaria. Lejos de ser antisistema, como afirma, la extrema derecha es en realidad un agente indirecto al servicio del sistema y de las clases dominantes. Estos partidos son los más nauseabundos por su actitud xenófoba, chovinista y hostil a los sindicatos y a todas las organizaciones que defienden colectivamente los intereses de las clases trabajadoras.

Es urgente reconstruir un pensamiento, una práctica y un programa favorable a los intereses de las clases populares y las clases medias. Para nosotros, los elementos clave son:

- La erradicación total del paro y la precariedad.

- Planes para la reindustrialización y la nacionalización de sectores estratégicos clave de la industria y los servicios.

- El desmantelamiento de los mercados financieros.

- La cancelación y el repudio de la deuda pública.

- Medidas proteccionistas nacionales en el marco de la Carta de La Habana de 1948.

- Una transformación medioambiental del modo de producción.

- Salida de las instituciones supranacionales que mantienen el orden neoliberal mundial: la OTAN, el FMI, el Banco Mundial, la OMC, la UE y el euro.

Llamamos a esto la desglobalización. El corazón de esta estrategia y de este programa es reclamar y asumir la necesidad de la reconquista de la soberanía nacional de cada país. Es decir, la lucha decisiva de cada país por preservar las características de sociedad auténticamente política, donde las personas tienen la capacidad legal e institucional para decidir y poner en práctica lo que consideran que coincide con el interés general.

Los firmantes organizarán un nuevo encuentro internacional en el ámbito europeo, a un nivel aún mayor. Su objetivo es reunir ampliamente a todas las fuerzas que trabajan por la defensa de los intereses de las clases populares y medias, por salir de la OTAN, de la Unión Europea y del euro, y por el pleno empleo.

• Borotba (Lucha): Sergeï Kirichuk, Ucrania.

• Committee “Euro exit” (Comité “Salir del euro”): Wilhelm Langthaler, Austria.

• Coordinamento nationale sinistra contro l’euro (Coordinación nacional de la izquierda contra el euro): Moreno Pasquinelli, Italia.

• Frente Cívico: Manolo Monereo Pérez, España.

• Front uni populaire (EPAM): Antonis Raskousis, Grecia.

• Left Co-March: Kostas Kostopoulos, Grecia.

• Mouvement politique d’émancipation populaire (M’PEP): Jacques Nikonoff y Joël Périchaud, Francia.

• Plan B: Nasia Pliakogiammi, Grecia.

Traducido por Manuel Monereo Ortiz

Ahora. Sin pretextos.

Julio Anguita
La Historia es fecunda en momentos en los que un pueblo, un grupo humano o una personalidad, han tenido en sus manos la posibilidad de cambiar el curso de los acontecimientos o de profundizar con éxito en lo que su esfuerzo, aunado con el azar de la coyuntura histórica, le ha ofrecido.
Pero también son numerosas las veces que la indecisión, hija de tantos padres, ha abortado la culminación de la empresa con la que los dioses se han visto obligados a recompensar la lucha, la constancia, el sacrificio y la sed de justicia de tantos y tantas.
Aníbal, vencedor de los romanos en Cannas (216 a.C.), tuvo la posibilidad de entrar en Roma que, apenas sin defensas, hubiese sido para el cartaginés la prenda de su victoria definitiva en la guerra y un cambio total en el decurso histórico.
El propio Tito Livio (59 a.C.-13 d.C.), historiador romano, reconoció que la indecisión del general victorioso, y su renuncia consiguiente a coronar su éxito, significaron una ocasión perdida. Años después, rehechos los ejércitos romanos, Escipión el Africano infringió a Aníbal en Zama (202 a. C.), la derrota que puso fin a la segunda guerra púnica y con ello al poder de Cartago.
Constituye objeto de reflexión entre historiadores conocer y explicar las razones que llenaron de dudas al cartaginés y le produjeron la consiguiente indecisión que al final supuso su derrota. No es descabellado suponer que se sintió preso de lo que hoy en día denominamos miedo escénico. Roma, la odiada y vencida Roma, estaba ahí, a un paso. Sin embargo, el odio había magnificado al adversario hasta los límites del respeto supersticioso.
No podía ser posible que la realidad coincidiese con los deseos tan largamente alimentados por su padre, Amílcar. Le faltó ese punto de osadía genial que siglo y medio después exhibiera Julio César al decidirse a pasar el Rubicón.
La indecisión es un estado de padecimiento mental en el que los sentimientos, las dudas y las razones están fuertemente confrontados entre sí.
Y ello, que constituye una experiencia dolorosa cuando el conflicto se circunscribe a lo estrictamente personal, se convierte en tragedia social si la indecisión afecta a fuerzas sociales y políticas a quienes los acontecimientos que por otra parte ellos han protagonizado, les otorgan la capacidad de explotar un triunfo.
En éste último caso, el de la indecisión ante la asunción de las consecuencias de la propia obra, son dos las razones que, a mi juicio, los protagonistas deben considerar para acabar con la parálisis y la frustración derivada de ella.
La primera no es otra que la conciencia de los sufrimientos, esfuerzos, luchas y anhelos de aquellos y aquellas que desde distintas opciones y visiones han originado la situación presente. Y la otra consiste en tener en cuenta la causa común.
Una causa que desde instancias plurales y varias no es otra que el acabar con un estado de cosas injusto e hiriente y, además, tomar el protagonismo en el diseño, aplicación y desarrollo de una realidad alternativa.
Pudiera ser que la supuesta indecisión no fuera tal y la situación de aparente inacción obedeciera a cálculos sobre las posibilidades de acceder en solitario a una parcela de representación en los escenarios y ámbitos del hasta ayer adversario. En tal caso no están de más las palabras de Cervantes por boca del más universal de sus personajes. Dice D. Quijote:
Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia y el esfuerzo para ser mejores en ser perfectos; y sobre todo la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que estén. 
Las elecciones del pasado 25 de Mayo han visualizado un hipotético y posible escenario político y social tenido por casi imposible hasta ahora, la fuerte pérdida de votos del bipartidismo. Recordemos la subida de IU, la consecución de escaño por parte de Primavera Europea (Equo, Compromís, Chunta Aragonesista y otros) y la irrupción fulgurante de Podemos.
Las alarmas se encendieron ya que la traslación de esos resultados a unas elecciones generales, dibujaba el declive del sistema político de la segunda Restauración Borbónica, la Transición. Porque, además, aquellos resultados venían precedidos por una serie de movilizaciones sociales y manifestaciones políticas de carácter alternativo y novedoso.
Por primera vez las urnas empezaban a adecuarse a la calle. La lucha política y social de una parte de la izquierda institucional se vio dimensionada a otros ámbitos de actitud crítica y analítica ejercidos básicamente en la cotidianeidad social.
El 15-M, las Mareas, la Plataforma contra los desahucios, las acciones de los perjudicados por los fraudes bancarios, las marchas y campamentos por la dignidad, los permanentes posicionamientos de las organizaciones ecologistas contra las políticas de agresión al medio ambiente y la atmósfera de crispación ciudadana ante tanta corrupción, tuvieron su corolario en la jornada del 22-M.
Una ocasión memorable que no sólo demostró la capacidad de autoorganización de la ciudadanía sino que mostró su voluntad de volver a hacerlo con mayor fuerza, organización y alcance logístico.
Desvincular lo anterior de los resultados electorales constituiría una gravísima equivocación que tiraría por la borda tantas luchas y tantos sacrificios personales y colectivos.
El conjunto social que poco a poco se ha ido concretando como base de su constitución en contrapoder de la mayoría, no puede autoamputarse de uno de sus dos instrumentos de avance en la construcción de la alternativa: la lucha social y la política; Y ambas con la mayor unidad posible. Lo contrario sería suicida.
A los tres meses de aquellas elecciones sus resultados y sobre todo sus enseñanzas, parecen olvidados. Tanto por unos como por otros.
La incesante lista de casos de una corrupción que es la esencia del sistema, las vísperas electorales con sus nervios y pérdida de capacidad analítica junto con la campaña contra  Podemos  en particular y contra los portadores de propuestas alternativas en general, como IU y otros, están generando una atmósfera de olvido. Y peor que eso, la pérdida de referencias y memoria. Pero volvamos al 25 de Mayo.
El bipartidismo es muchísimo más que el ejercicio del poder institucional por el PP, el PSOE y los apoyos, cuando interesan, de las fuerzas conservadoras nacionalistas. El bipartidismo es, esencialmente, el mecanismo político a través del cual el Poder ejerce su hegemonía.
Dentro del espacio constituido por los intereses de ese Poder, están permitidos los debates, las confrontaciones partidarias, las declaraciones acres de unos contra otros y las especulaciones permanentes sobre cuál de los dos pilares del sistema va a ganar las próximas elecciones. Todo está permitido menos un par de cosas.
La una es el cuestionamiento de los fundamentos del sistema. Es el caso de la llamada política de Estado: OTAN, UE. Troika, Reformas laborales, fiscalidad regresiva, inacción contra una corrupción de la que se participa o, sin ir más lejos, la reforma del artículo 135 de la Constitución; y así un largo etc.
La otra prohibición estriba en que no haya otra fuerza política que aparezca como tercer sujeto político en igualdad con los otros dos. Y muchísimo menos si ese tercero o cuarto aparecen como alternativa parcial o total al sistema. La jauría mediática será implacable. Todo vale.
Por eso constituye un error seguir planteando desde la izquierda alianzas estratégicas con uno de los componentes del bipartidismo, el PSOE; es pedir peras al olmo.
Otra cosa son las coyunturas tácticas inmediatas y en cuestiones locales o generales que no afecten al núcleo duro del sistema o expliciten las diferencias y pugnas entre los miembros del bipartito y en las cuales, la elección de alcaldes por ejemplo, se debe participar para avanzar y ganar posiciones sociales y políticas.
Quiero decir que intentar construir una alternativa al sistema teniendo como socio a un integrante del bipartito, no sólo es un error sino un caso de miopía culpable.
Como dije anteriormente las movilizaciones y posteriores elecciones europeas demostraron que el bipartidismo podía ser derrotado. Podía, pero nada más, Se abría una brecha en el muro otrora inaccesible e inexpugnable.
El problema para la Alternativa es entrar, sustituir y ejercer con la mayoría ciudadana el protagonismo en el cambio. El bipartidismo sigue estando fuerte, el Poder ya ha diseñado, con la abdicación de Juan Carlos, una nueva reedición del pacto constitucional que intente protagonizar los siguientes decenios de la vida económica, social, política y cultural española..
El Gobierno goza de los apoyos del Poder y se beneficia también de la “entente” con la otra columna política del sistema en las ya comentadas “políticas de Estado”. Puede rehacerse. Sin embargo carece de tres soportes fundamentales: credibilidad, legitimidad de ejercicio y tiempo.
Sin embargo éste último soporte puede recuperarlo en la medida en que nosotr@s lo dilapidemos y no sepamos explotar el factor sorpresa. No obstante alguien puede preguntar: ¿A quién te refieres cuando dices “nosotr@s”?
Nosotr@s somos l@s que priorizamos la aplicación de los DDHH por encima de cualquier otra consideración económica, social o política. Y junto a esos derechos priorizamos también los del planeta Tierra.
Nosotr@s somos l@s que nos consideramos hart@s y asquead@s de tanta corrupción y de tanta injusticia social. Nosotr@s somos quienes estamos en permanente actitud de sumar fuerzas, aunar proyectos, coordinar luchas y sobre todo, nosotr@s somos l@s que trabajamos para que la mayoría social se erija en contrapoder democrático.
Y si alguien demanda una visualización de siglas y nombres, nosotr@s somos, por una parte, los que dialogamos sobre el ¿Qué hacer? en Córdoba los días 7 y 8 de Marzo de este año:ATTACEquo Frente Cívico, IU, Podemos y Stop Deshaucios.
Particularmente también considero de nostotr@s a las otras organizaciones, colectivos, plataformas y fuerzas sociales o políticas que, teniendo una ejecutoria de lucha, decidan dar el paso para constituirse en referente colectivo de la Alternativa. Y entre ellas, de manera destacada, a las que me he referido más arriba como confluyentes en el 22-M.
El Poder y su manifestación política, el bipartidismo, tienen un discurso con el que golpean una y otra vez a la opinión pública: Europa, la crisis, los mercados, la recuperación y el empleo, la primacía de lo privado sobre lo público, el “orden democrático”, etc.
Bien es verdad que su discurso más rotundo lo constituyen los hechos consumados. Y si hay alguna distonía entre ellos, no es otra que el silencio sobre las corrupciones propias y la denuncia de las del otro u otros integrantes del sistema.
La historia nos enseña que en las confrontaciones sociales y políticas con voluntad de dirimir y superar una situación, la confrontación es total, a todos los niveles. Y si el adversario tiene un discurso, nosotr@s debemos oponerle otro.
Si el adversario se refugia en las “leyes indiscutibles de la economía”, nosotr@s debemos ofrecer otra alternativa económica que palie y acabe con los destrozos de la economía oficial.
Si ellos se refugian en los resultados electorales, nosotr@s debemos aglutinar a la mayoría social para que ella dirima el conflicto. Todo ello, claro está, si nosotr@s al sentirnos integrantes de esa mayoría queremos verla constituida en contrapoder.
Es urgente que nosotr@s nos sintamos ligados por algo más que las coincidencias en calles, concentraciones, protestas y acciones varias. Todo ese mundo, plural, vario y a veces disperso que somos, no puede seguir apareciendo como el catalizador del inconformismo y la acción cívica subsiguiente.
Seguramente nos ganaremos simpatías, apoyos morales y complicidades. Pero se trata de superar eso transformándolo en adhesiones comprometidas con una propuesta que oponer al discurso oficial.
Creo que ha llegado el momento de que esa fuerza a la que he denominado nosotr@s se reconozca y la reconozcan por algo más que la unión de los disconformes. Nos falta una propuesta que, a mi juicio, se compone de tres partes: programa, discurso y lenguaje didáctico.
Sé, porque es evidente que cada organización de todas las que nos vemos en las movilizaciones tiene propuestas, programas y discurso. La cuestión estriba en que cada uno de ellos se subsuma en uno común que sea la identificación del nostr@s más allá de la protesta. Un programa común que para nada suprima, margine u olvide al de cada uno.
Un programa, mínimo común que la opinión pública comience a reconocer como la contrapropuesta capaz de aglutinar a la mayoría. Imaginemos que cada organización es capaz de compartir con las demás una partitura, una melodía. Esa partitura sonará, única, aunque interpretada por cada instrumento. Unidad y pluralidad.
Conozco muchas de nuestras propuestas y he llegado a la conclusión de que sería muy fácil elaborar 10, 15 ó 20 puntos comunes que abordando las necesidades perentorias de la mayoría, concitase en torno a ellos las adhesiones e incorporaciones para construir una identidad que oponer al discurso oficial.
Propuestas de aplicación inmediata, posible, generadoras de la necesidad evidente de otros pasos y otras medidas en el proceso de ir construyendo la Alternativa. Cada fuerza o colectivo podría exponer o defender sus propuestas pero priorizando la propuesta que constituye la identidad compartida. Se trata, en definitiva, de tener claro que un programa es mucho más que un listado de deseos.
En situaciones como ésta la importancia del programa común no puede hacer olvidar la necesidad de un discurso también común. Un discurso que para que sea fácilmente compartido debe ceñirse a las cuestiones éticas y morales que están pidiendo solución.
El discurso de la ejemplaridad, la persecución implacable de la corrupción y de las prácticas atentatorias contra el erario público y las nuevas formas de hacer política forman parte de un discurso y de unas medidas que deben conformar el conjunto de valores de la mayoría, tanto en el poder como en la oposición.
Y digo poder porque en mi universo mental no cabe la demanda de votos o apoyos para que alguien gire a la izquierda o a los cambios sociales; esa época por suerte ya acabó. Ahora se trata del poder para ejercerlo con la mayoría.
Y queda una última cuestión que no por ello es la menos importante. Muchas veces el lenguaje de consignas, quejas y agravios hace perder, por su agresividad y formulación esquemática, el interés, la curiosidad o la comprensión. La comunicación es extraordinariamente importante.
Se trata de persuadir, convencer, explicar y hacer lo aparentemente difícil, cercano, accesible, compartido. Esta fase de la lucha debe significarse por la preeminencia de las razones que conduzcan a que la mayoría se constituya como tal.
¿Significa todo lo anterior que estoy proponiendo una candidatura electoral única? En el momento en que escribo estas líneas no lo veo probable. Otra cosa son los deseos y las esperanzas.
Sin embargo, la ausencia, por ahora, de esa fase de conjunción electoral, no es óbice para la defensa común del discurso común en momentos puntuales, el que haya varias candidaturas; cada una de ellas puede presentarse como garantía de que el programa se va a aplicar (además de los puntos específicos de cada uno) y de que se seguirá trabajando por la unidad a mayores niveles.
Pudiera ser que ante la inmediatez de unas próximas elecciones parte del nosotr@s se organice entre sí y con amplia participación ciudadana con el objetivo de acceder a las instituciones para demostrar que hay otras formas de hacer política. Bienvenidas sean esas experiencias inmediatas. Sin embargo no conviene olvidar, para el futuro, la meta de conseguir una fuerza social cohesionada sin detrimento de su pluralidad.
A esa tarea debemos dedicar todos nuestros esfuerzos; la ocasión es propicia. La lucha debe continuar y así desembocar en otro 22-M, también pacífico, con otros objetivos y otra estrategia que conduzca al cambio radical: social, político y de valores.
L@s que no participaremos en procesos electorales, por decisión firme del Frente Cívico, seguiremos trabajando por esa unidad y las formas en que social y políticamente se manifieste.
Desde esa opción hacemos un llamamiento para que lo que han representado el 22 de Marzo y el 25 de Mayo no sea flor de un día y pase a ser un dato más en la larga lista de las ocasiones perdidas.

lunes, 18 de agosto de 2014

Recogida de material sanitario para enviar a Gaza en Málaga

Compañeras y compañeros,
Recientemente hemos recibido una petición de colaboración con las asociaciones AMHP y Unadikum en una campaña de recogida de material sanitario para enviar a Gaza. Se trataría sencillamente de poner cajas en farmacias mostrando el cartel y la información que se adjunta, y cuando estén llenas encargarse de llamar a una persona que pasará a recogerlas con su furgoneta allí donde se le indique.
Tanto la persona de contacto como el almacén provisional están en Málaga capital, si queréis colaborar desde otros puntos de la provincia tendréis que contactar directamente con alguna de las dos asociaciones. Cualquier otro método de recogida será igualmente válido siempre que se haga llegar a tiempo a su destino.
Quien vaya a participar en la campaña solo tiene que contactar con nosotros y le enviaremos el nombre y teléfono de contacto.
Aquí tenéis disponibles un cartel y un folleto para la propaganda pertinente.



martes, 12 de agosto de 2014

El Frente Cívico Somos Mayoría apuesta por formar un ´contrapoder´ a un sistema ´corrupto´

EP/LEVANTE-EMV.COM

El Frente Cívico ‘Somos Mayoría‘ (FCSM) ha defendido este lunes la necesidad de que partidos políticos y grupos sociales confluyan para construir una “mayoría social” que se enfrente al Gobierno como “contrapoder” y que se posicione frente a un sistema político en el que existen numerosos casos de corrupción y en el que se “rescate a las personas y no los bancos”.

Así lo ha manifestado el portavoz estatal del Frente Cívico ‘Somos Mayoría’, Ginés Fernández, en una rueda de prensa en Valencia, en la que ha comparecido junto al portavoz del Frente Cívico del País Valencià Héctor Illueca para informar de la propuesta efectuada por Julio Anguita de confluencia política y social ante las próximas elecciones autonómicas y municipales de 2015, y cuyo primer paso será un encuentro con ciudadanos y movimientos sociales el 23 de septiembre para discutir estas cuestiones, en el que aseguran que Valencia está “implicada al 100 por 100″, si bien han incidido en que el frente no se presentará a los comicios.

Ginés ha explicado que el pasado 19 de julio tuvo lugar la primera reunión de la Mesa estatal, después de celebrarse el año pasado la Mesa constituyente, que contó con la presencia de Julio Anguita y en la que se decidió “poner en marcha una campaña de movilización sostenida en el tiempo” para unificar los calendarios de las distintas organizaciones sociales.

Así, tras esa propuesta, el Frente Cívico “entra en contacto con otras organizaciones, como es la SAT –de Jaén– y los campamentos Dignidad de Extremadura y nacieron las Marchas de la Dignidad del 22 de marzo”, ha recordado el responsable estatal.

Esta plataforma, ha señalado, estaba formada por “organizaciones sociales, políticas, sindicales y colectivos de diversa índole que defienden la salida de la crisis no la pague la mayoría social, sino que la pague el que la ha creado”, con algunos eslóganes como ‘Pan, trabajo y techo’, ‘No pagar la deuda’, o ‘En defensa de los servicios públicos’, entre otros.

“Las marchas marcaron un camino y es que hay posibilidad de que agentes sociales, colectivos políticos, personas a título individual y organizaciones territoriales pudieran encontrarse en torno a un programa común de cara a reivindicar que no se apliquen las políticas de la Troika, que son las que están empobreciendo y haciendo sufrir a la población de este país”, ha defendido Ginés.

De este modo, ha apuntado que en la Mesa estatal del pasado 19 de julio Julio Anguita sugirió una propuesta que la mesa asumió “por unanimidad”: “poner en marcha un llamamiento para la construcción de un programa de ciudadanos participativo desde abajo que fuese elaborado por la sociedad organizada a través de sus colectivos”, cuyo compromiso fuese la movilización y la confluencia política y social de cara a las campañas electorales, ha subrayado.

Para efectuar esta confluencia sería necesario establecer propuestas “sólidas y desde la base”, según ha destacado Ginés, motivos por el que se llama a este programa “ciudadano”. Todo esto manteniendo cada organización su identidad, al mismo tiempo que se crea una “unidad que posibilitaría después la confluencia electoral en la que el frente no estará”, ya que “está en nuestra permanente voluntad el unir a los demás sin protagonismo para la construcción de un contrapoder”. “El FCSM no tiene la intención de presentarse a las elecciones, sino de construir un contrapoder capaz de oponerse al poder existente”, ha insistido.

Papel “preponderante” de la sociedad
Este proceso tendrá el “papel preponderante de la sociedad organizada”, ha afirmado, como “crítica” a los partidos políticos que “una vez llegan al poder que incumplen las promesas dadas al ciudadano”. “La sociedad tiene que tener un papel importante a través de la organización, elaboración, seguimiento control y ejecución del programa y, en el caso de llevarse al Gobierno, en las instituciones”, porque “la sociedad debe participar permanentemente en la ejecución de las políticas que le afectan”, ha insistido el portavoz estatal.
Por su parte, Illueca ha puntualizado que el llamamiento a esta convergencia político-social ha de ser “absolutamente amplio” hasta alcanzar a todos los partidos y movimientos sociales que apuesten por “una ruptura democrática en nuestro país en esta situación de crisis, que se resuelva en un sentido favorable a la inmensa mayoría social”. “Y, si procede, la discusión de una candidatura política lo más participativa posible”, ha añadido.

El portavoz del frente en la Comunitat Valenciana ha recordado que la ciudad de Valencia lleva “25 años con el Gobierno de la derecha que ha definido un ayuntamiento donde anida la corrupción política”, y ante esto ha considerado que “es la hora de una confluencia que ponga fin a esta gestión municipal, que hable de una ciudad habitable donde no echen a la gente pobre de sus casa, donde no se produzcan cortes en los suministros básicos y donde se hable de democracia participativa, que ponga las instituciones al servicio de los ciudadanos”, ha concluido.

“Avance” de la izquierda y la movilización
Preguntados por si el ascenso de Podemos ha influido en la creación de esta plataforma, Ginés lo ha negado, y ha agregado que hay dos momentos “fundamentales” que propiciaron su formación, como son “el avance de Podemos, IU, Equo y otras fuerzas políticas de izquierda que coinciden contra este sistema que perjudica a los ciudadanos”, además de dos momentos distintos, como son el 22 de marzo, en cuanto a lo social, en el que llegaron a Madrid personas de todos los puntos de España, y el 25 mayo, en el aspecto político, como crítica a la Troika y al sistema de la constitución del 78.

domingo, 10 de agosto de 2014

Asamblea del FCSM de Málaga el jueves día 14 de agosto a las 19.00h en el local de Equo en la Avenida Ortega y Gasset nº 129

Os convocamos a la próxima Asamblea del FCSM de Málaga que tendrá lugar el jueves día 14 de agosto a las 19.00h en el local de Equo en la Avenida Ortega y Gasset nº 129.

Trataremos todoslos puntos que quedaron sin poder ser tratados en la última asamblea por falta de tiempo. Recuerdo los puntos del día de la asamblea:
1º Propuesta de foro social presentada por Juan Fernández.
2º Trabajos en la plataforma malaguena por la  renta básica.
3º Trabajos en la asamblea de parados.
4º Trabajos en el Movimiento Dignidad 22M.
5º Trabajos en Ganemos Málaga.
6º Preguntas y sugerencias.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Julio Anguita recibe el alta hospitalaria y vuelve a casa

Desde el Frente Cívico “Somos Mayoría” nos complace informar de que Julio Anguita ha recibido el alta médica y se dirige a su casa.

Tras verse sometido a una intervención coronaria, en la que se le colocaron dos “stents”, Julio Anguita ha estado en observación durante unas horas y, tras comprobarse su buen estado y la ausencia de complicaciones, continuará ahora la recuperación en su domicilio.

Se encuentra fuerte y con ganas de retomar la actividad, lo cual es una gran noticia para tod@s.
Desde el Frente Cívico le enviamos un fuerte abrazo.

Comisión de Comunicación.
Frente Cívico “Somos Mayoría”

viernes, 1 de agosto de 2014

Por una reforma fiscal en la que paguen los que tienen


Pepa Polonio Armada
Mesa Estatal Frente Cívico “Somos Mayoría”

El programa del Frente Cívico Somos Mayoría contempla, en su punto 4, la necesidad de una reforma fiscal progresiva, que persiga el fraude fiscal, la economía sumergida y los paraísos fiscales. Además, proponemos una revisión de la legislación sobre las SICAV y la dotación de infraestructuras a la Inspección Fiscal de la Hacienda Pública para que cumpla su cometido.

Desde nuestra aparición en escena, hace ya dos años, venimos planteando que hay que llevar a cabo una serie de reformas que den como resultado una sociedad más justa, y que eso es posible aplicando la legislación vigente. Nos ceñimos a esa Constitución que se utiliza como arma arrojadiza entre los partidos del régimen del 78, que se ha violado flagrantemente con la introducción del artículo 135 que la desvirtúa y de la que se olvida, no inocentemente, su parte social.

El artículo 31 habla de equidad, impuestos de acuerdo con la capacidad económica, progresividad y utilidad pública. Todo el capítulo 3º del Título I, “De los principios rectores de la política social y económica”, recoge en los artículos 39 al 52, las características que nuestro programa reclama que se cumplan. El artículo 103 habla del principio de eficacia del Estado, que es –o debería ser- el principal interesado en allegar los recursos para poder cumplir sus fines.

Lo que sucede es que, como ya escribieron los clásicos de la izquierda, y Marta Harnecker no lo es menos, el estado es el conjunto de aparatos por los cuales la clase dominante ejerce su dominación. Y está clarísimo, vista la legislación vigente y la que el gobierno Rajoy amenaza con dejarnos caer encima, que la clase dominante está compuesta por una burguesía especulativa, sin rostro, que se esconde en los consejos de administración de bancos y sociedades de inversión. Son los únicos beneficiados de esta maraña de leyes y normas que nos asfixian cada día un poco más.

El Estado es un conjunto de aparatos, sirve para dominar, pero hace años nos dijeron que también podía servir para generar un cierto bienestar entre la población. La Tercera Vía, la de Olof Palme y los muy civilizados países escandinavos, utilizó los impuestos como elemento redistribuidor de la riqueza. Los servicios sociales no se financian sin dinero, y como a todos nos han dicho nuestras madres en alguna ocasión, el dinero no lo echa un árbol: hay que ganarlo.

Acostumbro a explicar a mis alumnos que la mejor y más fácil manera de conseguir riquezas es robándolas. Es la parte que no se suele explicar de las maravillas de la sociedad capitalista, y de su aspecto más amable, la socialdemocracia de raíz keynesiana: que una sociedad rica, tal como está montada ésta, no es posible sin la existencia de países o personas pobres. Muy pobres, en la miseria, capaces de cualquier cosa por llegar al día siguiente y por llevarse un plato de cualquier cosa comestible a la boca. Tampoco se dice que la miseria es lo contrario de la libertad y la ciudadanía. Que quien tiene el miedo de un animal apaleado, renuncia a todo con tal de librarse de ese miedo.

Por lo tanto, si queremos bienestar, alguien debe pagarlo. Si entendemos que el Estado debe proporcionar servicios a sus ciudadanos, el dinero tiene que salir del bolsillo de alguien. La lógica manda que sea del bolsillo de quien lo tenga. Pero la lógica neoliberal no es esa. Primero nos dijeron que había que bajar los impuestos. A nadie le amarga un dulce: a primera vista, si estamos pagando mucho, y nos lo reducen, mejor que mejor. Al no haber dinero para pagar servicios, no se invierte en empresas públicas, que se empiezan a presentar como no eficientes, frente a la supuesta eficiencia de las privadas, y se privatiza. Lógicamente, según la lógica neoliberal, se privatizan las empresas rentables. Nadie quiere una empresa ruinosa. Por lo tanto, primero se sanean con dinero de impuestos y luego se venden, con lo que los beneficios sostenidos pasan a bolsillos privados. De los dueños del capital, que son los que mandan en los gobiernos.

Como a menos impuestos, menos servicios sociales y más déficit, el resultado son las justas reclamaciones de los ciudadanos. Para atenderlas se venden bonos del Tesoro, que se presentan como la panacea, pero que son una trampa: las deudas, sean con quien sean, hay que pagarlas. O se pagan en dinero o se pagan en favores, pero se pagan. La deuda pública empieza a crecer, y hay que adelgazar el cuerpo del Estado. Las primeras víctimas son los servicios sociales. Luego, el personal funcionario. Al haber menos y peor pagado, los servicios sociales funcionan peor. Hay que privatizar y seguir adelgazando. Lo que no baja son los sueldos de los políticos, que se airean, con más o menos visos de escándalo, separando cada vez más a los ciudadanos de sus dirigentes, a los que se ve como parásitos.

A grandes trazos y con pocos matices, así estamos. La población en la miseria es capaz de renunciar a lo que sea con tal de tener lo mínimo imprescindible, que cada día es más mínimo. Los políticos se ven como el problema, y no como la solución. Los impuestos únicamente sirven para mantener a una casta dominante, pero no tienen ningún efecto redistribuidor. Los Estados están en manos de los especuladores. Y si miramos fuera, siempre vemos que hay otros que están peor. Si antes era el Tercer Mundo, ahora son los Estados Fallidos, esos a los que se monta un conflicto día sí y día también y a los que no se deja levantar cabeza. Unos, porque tienen riquezas robables. Otros, porque están en lugares estratégicos. El miedo de la población tiende a crecer.

En este ambiente, el gobierno planea hacer una reforma fiscal que reduzca aún más los impuestos que pagan los ricos. Mientras se persigue el pequeño fraude, se deja intacto el gran fraude fiscal, el de las fortunas en paraísos caribeños o centroeuropeos, que para el caso es lo mismo. Los inspectores de Hacienda son pocos, mal pagados, con pocos medios, y con la orden expresa de perseguir al fontanero pero dejar escapar a los grandes empresarios, políticos o miembros de la Casa Real, por poner un ejemplo.

Desde el Frente Cívico, utópicos como somos, planteamos la estrategia del salmón que nada a contracorriente. Queremos que se haga una reforma fiscal en la que paguen los que tienen. Que se persiga a los defraudadores, empezando por los más grandes defraudadores, sin más miramientos: el que defrauda poco, hace poco daño. El que defrauda mucho, el daño es muy importante, por lo tanto, el castigo debe ser proporcional. Para ello hace falta que los inspectores tengan los medios necesarios para poder realizar su función, y la independencia que se supone para las personas que tienen que llevar a término tan importante cometido.

Los impuestos indirectos son injustos. Tal vez sean necesarios, pero de todas maneras deben ser progresivos, y no pueden ser la base del sistema. Tampoco podemos consentir que el Estado sea un Robin Hood a través del espejo, alguien que roba a los pobres para dárselo a los ricos.

Es cierto que tenemos una deuda inmensa, impagable. Precisamente por eso habrá que hacer una auditoría, separar la legítima de la ilegítima, y pagar únicamente la primera. La otra, la ilegítima, habría que ver la manera de que la pagaran aquellos que la han contraído, que no somos el conjunto de la ciudadanía. Es una de las vías de regeneración que necesita este país nuestro, y uno de los caminos que tienen que volver a conectar a los ciudadanos –que no súbditos- con sus gobernantes.