Nuestra participación en el procedimiento ha sido inspirada por la necesidad de combatir las prácticas corruptas que atraviesan la estructura de poder de nuestro país y por la profunda convicción de que una regeneración moral y ética de lo público ha de ser uno de los primeros pasos hacia la justicia por la que las mujeres y hombres que formamos el Frente Cívico decidimos organizarnos hace ya más de dos años. Nuestra marcha del proceso la ha guiado esta misma idea, sólo nos marchamos cuando insistir en nuestra permanencia, por la vía de recursos, hubiera dado una vía de escape, siquiera formal, a los imputados. Por tanto, el auto que pone fin a la instrucción, no podemos verlo sino como una victoria procesal, en el sentido de que se han recogido la mayor parte de las tesis que defendimos en el proceso mientras nos fue posible.
Desde el Frente Cívico queremos hacer una mención al trabajo del Instructor, el Juez José Castro, del que sólo podemos decir que su actitud basada en la independencia y el más estricto respeto a los derechos de todas las partes del procedimiento, ha sido una muestra del tipo de justicia que nuestro pueblo necesita y merece. Su desempeño es un modelo para todas las luchas por nuestros derechos que nos esperan y su actitud ante las presiones de otras instancias es un ejemplo para todos de servidor público que actúa con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho. En este sentido, repudiamos las insidiosas manifestaciones vertidas por el fiscal Pedro Horrach en el recurso interpuesto contra la imputación de la infanta, no sólo carentes de fundamento, sino también del mínimo rigor que debe presidir la actuación del ministerio público en cualquier proceso judicial. Su actuación en este caso, centrada en la defensa de una de las encausadas, evidencia la quiebra radical del Estado de Derecho que motivó nuestra personación en el caso.
Las enseñanzas positivas que para el Frente Cívico y para la ciudadanía aporta la experiencia de nuestra personación en el caso Nóos son varias. Por una parte, el nerviosismo y la precipitación en la interposición de recursos por parte de “Manos Limpias” y del denominado Fiscal Anticorrupción de Baleares, así como la anormal celeridad en la resolución de los mismos por parte de la Audiencia, sólo es explicable desde la inquietud que ha conseguido provocar que una genuina organización popular se persone como parte en un proceso contra la corrupción que salpica a las más altas instituciones del Estado. Por otro lado, nos ha servido para constatar que la presencia auténticamente popular en procesos de gran repercusión social es respetada y reclamada por la ciudadanía. Por último, nos ha permitido hacer visible el alcance de los tentáculos de ese engranaje de poder político, económico, judicial y mediático que sustenta el régimen constitucional del 78. Todo ello nos anima a continuar con la labor del Frente Cívico Jurídico para, con estas enseñanzas y el impulso gracias al apoyo recibido, perseverar en la defensa de los intereses de la ciudadanía y en la lucha por un Estado de Derecho digno de tal nombre.
Valencia, 27 de junio de 2015
Frente Cívico Jurídico
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