jueves, 13 de marzo de 2014

Videos del Foro Social "¿Qué Hacer?" del FCSM en Córdoba

Este Foro está concebido en función de la respuesta, hoy en día, a una pregunta ya clásica y reiterada muchas veces Una pregunta editada como obra en Febrero de 1903 y que responde a una situación de excepcionalidad, de encrucijada, de opción entre lo clásico y la apuesta por una vía nueva en las perspectivas revolucionarias.
Que en la actualidad vivimos en un estado de excepcionalidad permanente, es obvio. A una crisis económica, social, política, cultural y de valores se le añade en España la del fin de un régimen: el de la Transición. Y con él el desmoronamiento de lo que han llamado el Estado de Derecho. Se impone la visualización urgente de una Alternativa, de un cambio de paradigma en función simplemente de los contenidos y metas de los DDHH y demás textos derivados de la solemne declaración de 1948 entre los que incluimos la Carta de la Tierra..
En estos momentos, aquí y ahora, me gustaría sustituir la impersonal pregunta ¿Qué hacer? por la más comprometida ¿Qué hacemos?
Pero de esa interrogante surge la siguiente ¿Quiénes?
La respuesta, al menos para mí, es obvia:
1.- Los aquí presentes en este Foro
2.- Los que no están hoy aquí por diversas razones, pero sí son también parte de ese nosotros..
3.- La gran mayoría social que sufre las consecuencias de la situación y que carece de esa conciencia de mayoría PARA SÏ. Una mayoría (excepción hecha de las bases militantes o del área de influencia de diversas organizaciones y/o personalidades) para la cual la Política es exclusivamente un juego de poder, corrupción y mentira. Una mayoría, sin embargo que es indispensable, no solo para un cambio en profundidad sino para unas mínimas actuaciones que vayan cimentando la construcción de la Alternativa, el proceso constituyente, la formación de un Bloque Social de Progreso, la consecución de un Contrapoder Popular o como se quiera llamar.
Lo anterior nos conduce a otra pregunta ¿Cómo?
Si bien es verdad lo que anteriormente he comentado acerca de la situación de excepcionalidad en que vivimos no es menos cierto también que en España la agitación, las protestas, las movilizaciones nos sitúan, junto con Grecia, a la cabeza de Europa en cuanto a protesta social.
Mareas de todo tipo: Sanidad, profesores, etc.
Movilizaciones diarias de los estafados por las preferentes
Creciente intensidad de las luchas contra los desalojos.
Escraches
Ocupación de centros oficiales abandonados y convertidos en lugares de atención social, cultural, educativa, etc. para la ciudadanía.
Huelgas de empresas en riesgo de cierre.
Barrio del Gamonal.
Huelga de basureros y respuesta cívica desusada.
Los campamentos de la dignidad y las asambleas de parados.
Las acciones de los jornaleros andaluces
Etc. etc. etc..
Y en el horizonte más inmediato una acción que puede significar, a la luz de las informaciones, un hecho -eje en el transcurrir del tiempo: la marcha de la Dignidad del 22 de Marzo.
Esta múltiple movilización, plural, ligada a problemas inmediatos, perentorios, urgentes señala la necesidad de factores de cohesión, de galvanización de energías en torno a propuestas y proyectos insertos en otros paradigmas. Se necesita un discurso global que vertebre la lucha a fin de que el proceso constituyente o como queramos denominar pueda ser una realidad.
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Está claro que en este Foro al que acudís con tanta generosidad, hay fuerzas políticas, movimientos de diversos proyectos y visiones emancipadoras (clásicas y modernas) personalidades de indiscutible peso específico en la opinión pública. Muchos de vosotros estáis o aspiráis a estar o a reforzar vuestra presencia en las instituciones europeas o españolas. Esa dedicación o en su caso esa aspiración a estar en las instituciones y en el juego político derivado de todo ello, es conocido, reconocido y desde luego legítimo.
Nosotros, el Frente Cívico Somos Mayoría, hemos optado por centrar nuestro trabajo político, social y cultural sin entrar en el funcionamiento de la actividad ligada a procesos electorales o institucionales. Queremos decir que no somos un partido político ni tampoco la marca blanca de cualquiera conocido. Pretendemos, desde las necesidades más urgentes e inmediatas de la ciudadanía, construir con ella, o la mayor parte de ella y en elaboración colectiva, las respuestas y soluciones a esas necesidades. En este proceso de elaboración, lucha y concienciación buscamos la construcción de un contrapoder a lo existente. Un contrapoder que se ejerza en el momento preciso y a través de los caminos democráticos y pacíficos consecuentes con el fin buscado: el cambio de paradigma.
Como veis no nos diferenciamos de otros en los objetivos últimos que en vuestros textos y en vuestras actividades explicitáis sino en la exclusiva dedicación el marco de acción en el que vosotros por otra parte también actuáis. Desde él y sin salirnos de él, nuestra colaboración programática, de luchas y movilizaciones es posible y la deseamos. Somos unos más, pero con una vocación de servir permanentemente a la unidad de esfuerzos, acciones, programas y discursos en el trabajo ciudadano, Y si no es posible por ahora un programa, al menos una referencia común, un listado de preferencias, una explicitación de valores y objetivos, una constancia visualizada de que desde nuestra pluralidad hay algo que nos une: un objetivo de democracia plena con todas las consecuencias económicas, sociales, políticas, culturales que de ello se derivan.
Cuando nacimos lo hicimos con un decálogo que posteriormente se elevó a 16 propuestas. ¿En cuántas podemos coincidir? ¿Cuáles y cuántas podemos considerar inmediatas?
¿Podemos, al margen de nuestras diferencias específicas, sentirnos reconocidos y trasladar esa visualización a la ciudadanía? Cualquier propuesta que hagamos en sintonía multiplicará la aceptación de la misma y en definitiva la fuerza que la haga posible. Ese corpus programático coincidente se convertirá en mensaje de lucha, unidad y fuerza. Y si el programa no es posible por ahora, al menos un mensaje, una posición, una actitud compartida que ligada a nuestra presencia como ciudadanos en esas lucha y movilizaciones haga posible el avance del proceso constituyente.
Por eso, al convocar este Foro, el Frente Cívico de Córdoba ha querido escuchar vuestras propuestas para el aquí y el ahora. El tiempo, la urgencia de las necesidades de la población, la extensión de la movilización ciudadana y la acentuación del fin del régimen de la Transición harán el resto. Creemos que no hay tiempo para dilaciones.

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