LA IMAGEN DE HONESTIDAD DE JULIO ANGUITA SUPERA LOS MÁRGENES DE LA IZQUIERDA
RAMÓN PEDREGAL CASANOVA
Julio Anguita es una personalidad de la izquierda en España. Supo
pasar de ser el responsable máximo del Partido Comunista de España y de
Izquierda Unida al territorio de los militantes que aportan conocimiento
y ponen su capacidad de trabajo al servicio de la pedagogía política de
la clase trabajadora. La imagen de honestidad de Julio Anguita supera
los márgenes de la izquierda, con lo que el respeto y la simpatía que
levanta pone en evidencia que es un referente social incuestionable. Su
ética le da una autoridad superior a todos los poderes, y su palabra
denunciante hace callar y mirar de costado a tanto corrupto como hay en
España. A nadie le cabe duda que es una de las personalidades que
quieren cambiar el sistema social que se nos impone. De su palabra ha
salido un pequeño libro que recoge su estilo de trabajo y sus
reflexiones sobre lo más necesario. El libro consta de su intervención
en un encuentro con colectivos sociales, y, a continuación, una
conferencia. Estos son los materiales que encierra el título
“¡Rebelión!”, con prólogos de Hernández Castro, Manolo Monereo y Héctor
Illueca Ballester.
En la primera de las dos partes, “La Unión Europea y el origen de la
crisis actual”, se nos muestra un ejercicio político que descubre a
Anguita como un militante del pueblo trabajador: él, desde la mesa, pide
a quienes asisten al encuentro, que expongan su punto de vista sobre el
momento tan difícil que vivimos. Escucha y recoge lo que plantea la
clase trabajadora allí presente.
Comienza su intervención reconociendo la sabiduría de las personas que
han tomado la palabra: “Yo no puedo deciros más de lo que vosotros
habéis dicho. Pero trataré de buscar las causas.” Y así vamos a
encontrarnos con su reflexión respecto a los orígenes de la crisis
capitalista. Alude a la falta de conciencia, a los incumplimientos de la
Constitución, a la acción desarrollada por la patronal en contra de la
clase trabajadora, a la burda manipulación del lenguaje y el intento de
ocultar la intención que lleva dentro diciendo que es lo “moderno”.
Denuncia todos las maniobras para colonizar nuestra mente, y subraya que
“el rebelde es el que piensa con su propia cabeza y además se enfrenta
al orden imperante.”
Se refiere a los artículos 40 y 41 de la Constitución para hacer ver
su incumplimiento: no hay empleo, no hay subsidio, y con dinero de la
clase trabajadora se financia la patronal.
Tampoco se le escapa el juego electoral de la derecha bipartida y sus
privatizaciones de las riquezas del Estado, de la entrega del dinero a
bancos y eléctricas, y cómo la gente mira para otro lado.
Queda claro que hay que hacer cambios, pero los cambios los traeremos cuando no nos callemos, finaliza.
La conferencia, o segunda parte del libro, titulada “La España
Federal y la Tercera República”, la divide en cuatro pequeños capítulos.
En el primero se pregunta: ¿qué República queremos?, y su reflexión nos
lleva a considerar que no es solo un problema de elección de jefe del
Estado; que es preciso abrir el debate sobre la Tercera República y
aprender de las dos anteriores; que para eso hace falta ejercer derechos
y deberes allí donde se esté; que no sirve votar cada cuatro años; que
solo sirve la transformación de sujetos pasivos en sujetos activos,
quiere decirse: no elegir sino decidir.
Seguimos su explicación, continua la parte titulada “La tradición
republicana”. En ella advierte del principio republicano de la
solidaridad, no puede ser republicano o republicana quien no practica la
solidaridad. Pero la transformación social se dará mediante la
participación política, a eso se llama “proceso constituyente
republicano”, que debe establecer la Declaración de los Derechos Humanos
de las Naciones Unidas, y menciona expresamente los derechos de la
clase trabajadora, derechos políticos, sindicales, al trabajo, al
subsidio, a la enseñanza, a la sanidad, … lo que conlleva una realidad
democrática que no se tiene en España, empezando por que la población
debe disponer de los alimentos, la vivienda, el trabajo, la enseñanza, …
para que pueda llamarse democracia.
Debe llevarse a cabo una política de paz, dando al ejército funciones
de trabajo social; también la República debe ser laica y austera; debe
recoger el derecho a la autodeterminación de los pueblos siguiendo la
tradición más progresista, enfrentada al mandato dictatorial. El
objetivo sería la construcción de un Estado de todos los pueblos
construido por todos los pueblos.
Para emprender ese camino se nos hace preciso conocer la situación en
que vivimos, y Julio Anguita nos da pie a ello cuando expone, paso a
paso, lo que dice la Constitución que nos hicieron en la Transición y
los incumplimientos escandalosos por los del poder sobre: la igualdad,
las libertades, la sucesión monárquica, los derechos sobre los bienes
públicos, la justicia, … y a eso se añade la dependencia de la Unión
Europea, que impone y marca el futuro con los intereses más oscuros para
el pueblo.
El pequeño libro nos induce a la reflexión, a la toma de postura, a
la participación política consciente y decidida. Recomendable para tener
en todo momento cerca, para replantear dudas y adquirir conocimiento
preciso. Su sencillez lo hace aún más y más útil cuando desde la
reacción se nos insiste y se nos quiere hacer creer, en medio de la
crisis capitalista, que cualquier cambio es imposible, porque además su
orden, insisten, lo hemos decidido entre todos.
Anguita nos da las guías para alcanzar el cambio social, ese objetivo benefactor común a la gran mayoría. Tenga a mano el libro.
“¡REBELIÓN! Unión Europea, España Federal y Tercera República” Julio Anguita, Alfaqueque.
Ramón Pedregal Casanova es autor de “Dietario de crisis”, lo
encuentras en Libros libres, de rebelion.org; además es autor de “Siete
Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”, edita Fundación Domingo
Malagón.
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