El FCSM apoya y se solidariza con la huelga de hambre que durante
semanas ha mantenido Takbar Haddi frente al Consulado de Marruecos en
Las Palmas de Gran Canaria y que continua en diferentes partes del
estado español en forma de ayunos rotatorios comunitarios.
Takbar Haddi, que reclama justicia para su hijo asesinado por el
violento régimen de ocupación que Marruecos mantiene en el Sáhara
Occidental desde hace ya casi cuarenta años, se negó a firmar la partida
de defunción, exigiendo para su hijo una autopsia con garantías, que
investigase, los malos tratos a los que fue sometido y la desatención
médica de que fue objeto.
Se trata de una madre que clama por recuperar el cadáver de su hijo y
que se investigue a los culpables de su muerte. El caso de Haidala es
un ejemplo más de la situación que padecen los saharauis en los
Territorios Ocupados, donde las violaciones de los derechos humanos son
constantes.
Desde el Frente Cívico mostramos nuestro total apoyo a la lucha que
Takbar Haddi mantiene desde Canarias así como otros compañeros en el
resto del estado y exigimos a la Comunidad Internacional que afronte
medidas contra las graves violaciones de Derechos Humanos que la
población saharaui sufre de manos de las fuerzas ocupantes marroquíes.
Recordar que, según el Informe Corell de Naciones Unidas, “el Estado
Español sigue siendo la potencia administradora del proceso de
descolonización”.
No olvidamos que los partidos PSOE y PP, responsables en los
distintos Gobiernos de los últimos años, han mirado hacia otro lado,
prevaleciendo en sus políticas las buenas relaciones con la dictadura
marroquí antes que la defensa de la legalidad internacional.
Exigimos también al Gobierno de España que, desde su posición como
miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impulse urgentes
medidas para la vigilancia de los Derechos Humanos en el Sáhara ocupado y
que inicie un proceso irreversible hacia el referéndum de
autodeterminación que permita al Pueblo Saharaui vivir libremente en su
territorio.
#justiciaparaHaidala
lunes, 29 de junio de 2015
Resolución del FCSM sobre la recuperación del patrimonio público inmatriculado por la Iglesia Católica
El Frente Cívico Somos Mayoría comparte y apoya las iniciativas de Europa Laica y otras plataformas ciudadanas como la Plataforma en Defensa del Patrimonio Navarro, la Plataforma en defensa del Patrimonio Andaluz o la Plataforma Mezquita-Catedral de Córdoba de todos y todas.
Asimismo, el FCSM se suma a las denuncias de intento de apropiación de la jerarquía de la Iglesia Católica de bienes claramente propiedad pública y, en muchos casos, parte del patrimonio estatal y universal, aprovechando una ley franquista claramente inconstitucional.
Convocamos a nuestra militancia a ser activa en todas las movilizaciones y actuaciones que en los distintos territorios se propongan por este objetivo. Exigimos de los partidos políticos el compromiso político expreso de:
- Solicitar en todas las instancias institucionales (ayuntamientos, diputaciones, parlamentos) el listado de bienes patrimoniales in matriculados en cada territorio.
- Denunciar en todos los ámbitos competentes tales apropiaciones, llegando si es necesario a organismos internacionales.
- Elaborar una ley que anule todas las actuaciones realizadas al amparo de la ley franquista y devuelva al Estado todos los bienes ilícitamente apropiados por la Iglesia Católica.
Asimismo, el FCSM se suma a las denuncias de intento de apropiación de la jerarquía de la Iglesia Católica de bienes claramente propiedad pública y, en muchos casos, parte del patrimonio estatal y universal, aprovechando una ley franquista claramente inconstitucional.
Convocamos a nuestra militancia a ser activa en todas las movilizaciones y actuaciones que en los distintos territorios se propongan por este objetivo. Exigimos de los partidos políticos el compromiso político expreso de:
- Solicitar en todas las instancias institucionales (ayuntamientos, diputaciones, parlamentos) el listado de bienes patrimoniales in matriculados en cada territorio.
- Denunciar en todos los ámbitos competentes tales apropiaciones, llegando si es necesario a organismos internacionales.
- Elaborar una ley que anule todas las actuaciones realizadas al amparo de la ley franquista y devuelva al Estado todos los bienes ilícitamente apropiados por la Iglesia Católica.
viernes, 26 de junio de 2015
Último Aviso - Línea de actuación política del Frente Cívico Somos Mayoría
Puedes descargar el documento en formato pdf aquí
(La
Mesa estatal del Frente Cívico Somos Mayoría reunida en Córdoba el
pasado 30 de mayo aprobó este documento, refrendado a su vez por la
Coordinadora Estatal del FCSM celebrada en Rivas el sábado 20 de junio.
En él y como Frente no nos limitamos a pronunciarnos sobre la situación
actual, también proponemos líneas de actuación política)
ÚLTIMO AVISO
Frente Cívico Somos Mayoría
1.- Introducción
2.- Grandes esperanzas y algunos desánimos
3.- El régimen se recompone
4.- La unidad popular como estrategia política
5.- Último aviso
1.- Introducción
La crisis económica en la que estamos sumidos y las políticas de austeridad impuestas por la troika (Comisión
Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) están
provocando una profunda fractura en nuestra sociedad, que contempla
atónita la degradación de la vida cotidiana y la obscena tolerancia del
poder con los abusos cometidos por los más privilegiados del país. Como
no podía ser de otra forma, el creciente deterioro de las condiciones
materiales de una cada vez más amplia mayoría social llega acompañado de
gravísimos escándalos de corrupción que salpican al conjunto de las
élites políticas y económicas, alumbrando una sociedad cada vez más
instalada en la violencia, la injusticia y la desigualdad.
En
este contexto, el sueño de la integración europea ha devenido una
pesadilla que impone un duro presente y augura un porvenir sombrío. La
Europa de Maastricht, completamente ajena a los principios de cohesión y
colaboración solidarios, se ha convertido en una especie de reserva de
caza alemana en la que las economías fuertes explotan sus ventajas
económicas y comerciales para aplastar a las débiles: es la ley de la
selva. De una forma intencionada y torticera, se ha vendido a la
ciudadanía una imagen falsa, ideológica e idílica de la hoy denominada
Unión Europea, utilizando los medios de comunicación para proyectar una
visión repleta de apariencias positivas, y lamentablemente trufada de
falsedades. Sin embargo, comienza a divulgarse parte de la verdad y
empieza a abrirse paso entre los habitantes de la periferia la idea de
ser víctimas de una nueva colonización.
Partiendo
de esta base, el día 15 de junio de 2012 Julio Anguita realizó un
llamamiento para constituir un Frente Cívico y organizar a la mayoría
social en torno a soluciones concretas, contribuyendo a la creación de
la fuerza necesaria para colocarla en la balanza del poder y
contraponerla a otros poderes económicos y sociales que, siendo muy
minoritarios, detentan en exclusiva el ejercicio del Poder. Un año
después, en la asamblea constituyente de Rivas-Vaciamadrid, constatamos
que la construcción del Frente Cívico es un proyecto difícil, laborioso y
necesitado de paciencia, como corresponde al ambicioso reto de
convertir una mayoría plural y atomizada en una mayoría consciente de sí
misma y de su fuerza organizada. Se trata, en definitiva, de la constitución de la mayoría como único agente posible para realizar el cambio concreto,
en cualquiera de las expresiones que denotan la incorporación de la
ciudadanía a un proceso de cambio social, político y económico: proceso
constituyente, ruptura democrática, creación del contrapoder, unidad
popular, bloque alternativo, etc.
2.- Grandes esperanzas y algunos desánimos
Ese
fue el sentido del Frente Cívico, su oportunidad, su lenguaje y sus
propuestas para lo inmediato. Los acontecimientos de los meses
subsiguientes confirmaron plenamente la necesidad de aquel discurso,
aquel proyecto y aquella convocatoria. La gigantesca movilización vivida
el día 22 de marzo de 2014, que involucró en su dinámica a amplios
sectores sociales movilizados y politizados, evidenció que el movimiento
popular había adquirido una capacidad inédita para construir una
alternativa política capaz de derrotar al bipartidismo. De manera
progresiva, los movimientos sociales habían acumulado fuerza social y
política y exhibían una creatividad impresionante en términos de
movilización social y popular (PAH, Mareas ciudadanas, Marchas de la
Dignidad…). En este contexto, no fue una cuestión menor que una
organización como el Frente Cívico, con implantación en todo el Estado,
asumiera la bandera de la recuperación de la soberanía, planteando
abiertamente la necesidad de salir del euro para superar la crisis
económica. En fin, los buenos resultados cosechados por Izquierda Unida y
la irrupción de Podemos en las elecciones europeas invitaban a pensar
que estábamos ante una oportunidad única para iniciar un proceso
constituyente y democrático al servicio de la mayoría social.
En
particular, el discurso y las propuestas que marcaron la aparición de
Podemos lo convirtieron en continuador de lo que el Frente Cívico había
planteado, trasladando al terreno electoral la disputa político-social
surgida al calor de la crisis económica. Sus más que evidentes
expectativas electorales hacían de Podemos la encarnación de la
alternativa ante el imaginario colectivo, abriendo una importante brecha
en el régimen bipartidista. Sin embargo, hoy constatamos que
estas expectativas han sido matizadas por la realidad y limitadas por
errores propios, campañas mediáticas, pérdida de frescura alternativa y,
sobre todo, por una cierta improvisación en el viaje hacia “el centro”,
que ignora el desplazamiento de la mayoría social hacia principios y
valores centrados en la defensa de los derechos sociales y que se
confunde con dulcificar las propuestas que permitieron captar voluntades
y concitar sueños. Es un hecho que los medios de comunicación están
empujando a su equipo dirigente a aceptar los consensos fundamentales
del régimen, combinando de manera calculada un ataque despiadado con una
salida hacia la “respetabilidad”.
En
el fondo, asistimos a la brutal realidad de la hegemonía total del
discurso neoliberal, que arruina a los discursos sempiternamente
reiterativos y de lugares comunes de quienes, a pesar de enfrentase
heroicamente a las fechorías del sistema, lo hacen en el eje de los
valores del adversario. Llegan las campañas electorales y las cuestiones
claves como el euro, la deuda, la UE, la banca, las eléctricas, la
reforma fiscal, etc. desaparecen en una sfumatura que pretende ampliar el arco de votantes. No se dan cuenta de que esa es la mejor manera de perder credibilidad y votantes.
Por
supuesto, al día siguiente de las elecciones la cuestión de la
gobernabilidad, los pactos y los asentamientos institucionales vuelven
al primer, si no único, punto del orden del día. Y vuelta a empezar.
Manifestaciones, luchas (a veces heroicas), plataformas, manifiestos,
alianzas que duran hasta que se producen las primeras convocatorias
electorales, etc. Mientras tanto, Grecia está prácticamente sola en su
lucha contra la barbarie de la Unión Europea, el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Central Europeo. El Acuerdo Transatlántico para
el Comercio y la Inversión (TTIP) avanza pese a las denuncias en foros,
debates y zonas de la red. El orden mundial basado en la liquidación de
la democracia, la soberanía nacional y el derecho internacional se
configura ya como de inminente consolidación. Venezuela es el centro de
la agresión imperialista, que tiene en nuestro país a uno de sus
ejecutores, Felipe González, y además la asepsia timorata de quienes
pretenden pasar del tema sin contaminarse por mor de cálculos
electorales.
Paralelamente,
la incapacidad de Izquierda Unida para reaccionar ante la crisis de
régimen es también merecedora de mención. Pareciera que IU no ha sabido orientarse en la nueva situación creada y adaptarse a la necesaria reorganización del movimiento popular.
Dicha reorganización era una necesidad dada por una circunstancia
ineludible: el estallido de una crisis económica muy grave, que tenía
como consecuencia directa la multiplicación y acumulación de demandas
populares. Al no saber adaptarse a las nuevas épocas, la propia sociedad
genera condiciones para un sujeto popular mucho más amplio capaz de
impulsar grandes transformaciones democráticas. Y lo está haciendo al
margen de IU. Las demandas populares y democráticas han desencadenado un
proceso, cuyo inicio podríamos fechar el 15 de mayo de 2011, que
implica la refundación del movimiento popular al margen y desde fuera de
IU. La creación del Frente Cívico fue un síntoma de que las condiciones
para ello estaban presentes, pero resultó muy fácil ignorarlo porque no
se presenta a las elecciones.
Por lo demás, la sfumatura del
discurso no afecta exclusivamente a Podemos, sino que se extiende a las
fuerzas de la llamada izquierda tradicional, por más que se camufle
apelando a las esencias de una tradición muy alejada del actual
oportunismo que exhiben algunos partidos y sindicatos. IU participa
activamente en la protesta contra la política neoliberal y colabora, a
veces heroicamente, en la movilización contra sus desgarros. Pero, al
obviar la trilogía Unión Europea-Euro-Deuda confunde a la población.
Sostiene que se trata de voluntad política y se permite hablar de otra
política económica y social, pero sin un mínimo realismo. En el marco de
la unión monetaria, no cabe en lo fundamental otra política que no sea
la que impulsa la Troika, cuyas consecuencias están debidamente
contrastadas. No hay más que ver las campañas electorales para
entender que nadie quiere entrar en el fondo de un proceso de
integración europea, que se ha convertido en una poderosa
maquinaria de acumulación por desposesión en los países del sur de
Europa y de recentralización de los Estados mediante la aplicación del
Tratado de gobernanza y estabilidad presupuestaria.
Finalmente,
y a modo de cierre de este apartado, también constatamos que la
movilización popular está experimentando un fuerte reflujo durante el
año 2015, sin duda relacionado con el ciclo electoral en el que estamos
inmersos y las expectativas antes mencionadas. La notable
disminución de asistentes a la manifestación del día 21 de marzo con
respecto al 22-M de 2014 ha evidenciado que muchos de los colectivos que
hicieron posible aquella demostración de fuerza han priorizado el hecho
electoral en detrimento de la movilización social. En nuestra
opinión, se trata de un grave error, porque lo que se mueve en torno al
cambio solamente cobra fuerza al calor de las movilizaciones populares.
Es posible y necesario que los acontecimientos electorales sirvan de
acicate para la reivindicación y la propuesta alternativa, actuando como
aglutinante y no como disolvente del sujeto colectivo al que nos
referimos. No es ningún secreto que las divisiones imperantes en su seno
han contribuido a la incipiente desmovilización del movimiento de masas
trabajosamente construido a lo largo de estos años. Durante los
próximos meses, el reto será recuperar el impulso originario del
Movimiento Marchas de la Dignidad.
3.- El régimen se recompone
A lo largo de estos meses, el régimen se ha rehecho y se está recomponiendo a velocidad de vértigo,
como demuestra la abdicación de Juan Carlos y la coronación del nuevo
rey para estabilizar una monarquía en rápido descrédito. En este
contexto, la creación de Ciudadanos como fuerza estatal forma parte de
una estrategia global y a largo plazo para completar el cierre
oligárquico que se viene produciendo en nuestro país a partir de los
resultados de las elecciones europeas: una transición acelerada hacia un
nuevo régimen político, la democracia oligárquica, que se aleja del
constitucionalismo social y consagra el predominio de las clases altas
marginando a la izquierda social y política. La cuestión no es sencilla,
ya que fortalecer a Ciudadanos tiene como consecuencia el
debilitamiento del PP y la liquidación de UPyD. Sin embargo, las
ventajas que obtiene el poder real a través de esta operación política
son de gran alcance: frena por la derecha a Podemos, neutraliza a un PP
en decadencia, otorga nuevos aires al PSOE y pone en el centro de su
operativo a Ciudadanos, una fuerza política capaz de impulsar y
gestionar una nueva revolución neoliberal en España. No obstante, las
elecciones de 24 de mayo no han confirmado las expectativas que le
otorgaban las encuestas y, de momento, queda lejos la posibilidad de un
respaldo que permita apuntalar la gobernanza bipartidista.
Más allá de esta cuestión, es evidente que la
involución democrática que está experimentando nuestro país desde que
estalló la crisis económica está mucho más avanzada de lo que podría
pensarse en una visión superficial. La agenda neoliberal
impuesta por la Unión Europea, centrada en la devaluación salarial y el
desmantelamiento del Estado de bienestar (educación, sanidad y sistema
de pensiones), está acompañada por un creciente autoritarismo político y
moral que evoca inmediatamente los periodos más oscuros de nuestra
historia. Más concretamente, la reforma del Código Penal y la mal
llamada Ley de Seguridad Ciudadana son el correlato necesario del
repliegue del Estado en materia económica y social inducido por las
políticas de austeridad. Paralelamente, la reforma de la ley del aborto
impulsada por el Partido Popular, incluso en su versión moderada
actualmente en tramitación, pretende la afirmación de una moralidad
neoconservadora en el centro del cuerpo político, como necesario
correlato de la orientación neoliberal adoptada por el Gobierno.
Por
supuesto, el paro y la precariedad se han convertido en poderosos
instrumentos de control que acompañan al panoptismo social típico del
neoliberalismo. En cualquier sistema económico existen relaciones de
poder que despliegan estrategias específicas para sojuzgar y dominar a
las clases subalternas mediante un proceso que combina eficazmente
obediencia y represión. Pues bien, en la sociedad que está emergiendo de
la crisis, el desempleo masivo y la precariedad generalizada
constituyen dispositivos estratégicos para domeñar a los trabajadores y
neutralizar los conflictos sociales, fabricando un hombre nuevo y
radicalmente limitado en sus posibilidades de actuación individual y
colectiva. Considerados conjuntamente, ambos fenómenos actúan como
factores disciplinarios susceptibles de arrumbar la voluntad política de
las personas, reducidas a la condición de ciudadanos atrapados en un
presente incierto y atenazados por el miedo a un futuro imprevisible y
amenazador. El Frente Cívico debe hacer un esfuerzo por situar
estos problemas en el centro del debate, así como difundir las
diferentes alternativas para erradicar el desempleo y la
precariedad laboral (renta básica, renta garantizada de ciudadanía,
trabajo garantizado, reducción del tiempo de trabajo sin reducción
salarial, etc.).
El desarrollo de la Marea Pensionista a escala estatal o la difusión del libro Gente precaria. La rebelión de los frigoríficos vacíos,
en el que han participado varios miembros de la Mesa Estatal del
Frente, pueden ser una magnífica ocasión para denunciar las
consecuencias de la involución social registrada en términos de
pauperización y precarización para el conjunto de la ciudadanía.
Asimismo, y sin abandonar este terreno, constatamos la necesidad de
impulsar determinadas iniciativas sociales que pueden contribuir a
recuperar el pulso de la movilización en el futuro inmediato,
invirtiendo, o al menos frenando, el clima de desmovilización social al
que anteriormente nos referíamos: marchas europeas contra el TTIP,
ocupaciones en demanda de alquiler social de las viviendas del banco
malo (SAREB) y, sobre todo, la jornada de lucha programada para el
próximo otoño por el movimiento Marchas de la Dignidad, que debe
convertirse en una gran protesta contra la reforma laboral y, en
general, contra los ataques a las conquistas y derechos de la mayoría
social.
Sin olvidar que, como hemos dicho siempre, pedimos, exigimos y nos movilizamos para que se cumpla la Declaración Universal
de los Derechos Humanos. La Constitución Española, en su artículo 10,
incorpora como materia de la misma la solemne Declaración de 1948 y los
textos internacionales que la desarrollan. Los más importantes de ellos
son los tres pactos firmados en 1966 y ratificados por el Reino de
España en 1977: el Pacto por los Derechos Políticos, el Pacto por los
Derechos Económicos y Sociales y el Protocolo Vinculante. Estos textos
constituyen materia constitucional y son, por tanto, de obligado
cumplimiento. Por tanto, es el Gobierno el que está en la ilegalidad, fuera de la ley, conculcándola y violándola.
Nuestra lucha, pacífica, está respaldada y justificada por los grandes
documentos internacionales, la Historia y la Razón. En consecuencia, la
insumisión, la rebelión o la desobediencia, en situaciones como ésta,
son legítimas, necesarias y justas.
4.- La unidad popular como estrategia política
La
unidad de todas las fuerzas que se enfrentan al saqueo neoliberal
constituye una necesidad ampliamente percibida por la intuición popular.
En mayor o menor medida, la ciudadanía es consciente de la tremenda
asimetría de fuerzas favorable a los poderes dominantes y percibe la
unidad popular como el factor más decisivo de la actual situación
política. Según numerosas encuestas, antes de las elecciones municipales
y autonómicas la inmensa mayoría de votantes de IU y Podemos se
mostraban favorables a un proceso de unidad frente al ataque a los
derechos fundamentales de la población trabajadora. Sin embargo,
sorprende que no se haya entendido que ningún partido, por sí solo,
posee la suficiencia electoral, el arraigo social y la entidad orgánica
suficientes para impulsar un cambio profundo en nuestra sociedad. Las
elecciones municipales y autonómicas podían haber sido una oportunidad
para avanzar en un proceso de unidad popular y de convergencia social y
política de las fuerzas que están por la construcción de la alternativa,
pero ha faltado grandeza y ha sobrado sectarismo, oportunismo y
desprecio.
Desde este punto de vista, constatamos que el
ciclo electoral está siendo muy duro para el sujeto popular, atravesado
por todo tipo de divisiones, prepotencias y sectarismos. Pero las ramas
no deben impedir ver el bosque. Mientras ello sucede, en otros muchos
lugares la unidad popular avanza y se consolida, alumbrando
centenares de candidaturas que se han ido gestando con paciencia,
inteligencia y no pocas dosis de sufrimiento. Mujeres y hombres,
activistas, cuadros sociales y políticos han hecho posible desde abajo
lo que por arriba parecía imposible: unir a las diversas izquierdas,
organizar amplios frentes democrático-populares, y hacerlo al calor de
los movimientos sociales. El objetivo es claro: construir la alternativa
al bipartidismo y gobernar para transformar, empezando por Madrid y
Barcelona. No es poco, es apenas el inicio y queda mucho camino por
delante. Pero la experiencia va a ser muy importante y dará fuerza,
confianza y estímulo a los que han luchado, con paciencia y coraje, por
la unidad popular.
En
contra lo que suele pensarse, la unidad popular no sólo implica
candidaturas unitarias a las elecciones, aunque es evidente que no las
excluye. Pero si la unidad popular se presenta como una operación
puramente electoral la derrota está ya garantizada. La unidad popular, o
como quiera llamarse la constitución de la mayoría en contrapoder,
exige de programas, valores, convergencia de movilizaciones,
presupuestos éticos comunes, paciencia y, sobre todo, una coincidencia
en las líneas fundamentales de la administración de la hipotética
victoria. Las fuerzas políticas y sociales que defienden la unidad
popular deben saber que, si son realmente consecuentes, tienen que
adecuar sus esquemas y estructuras a esta nueva política. En esta hora
no caben operaciones de cálculo ligadas exclusivamente a la
supervivencia de aparatos y discursos que se tienen como fin a sí
mismos. Si todo esto se lleva a cabo, tras un debate limpio y
suficientemente amplio, creemos que es posible, e incluso probable, que
pueda llegarse a un momento electoral que de verdad quiebre al
bipartito.
En
resumen, desde el punto de vista de la unidad popular, las elecciones
constituyen un momento (importante) en el proceso de acumulación de
fuerzas y deben servir para propiciar una amplia confluencia
político-social que dispute la hegemonía al bipartidismo (PP y PSOE más
la burguesía vasca y catalana). Se trata de una estrategia emancipatoria integral que combina la democracia política con la articulación de poderes sociales.
Todavía más claramente: gobernar con un programa transformador
presupone la existencia de una fuerza social organizada que reequilibre
el déficit estructural de poder favorable a los privilegiados y haga
viable el programa de transformación social. Si algo pone de manifiesto
la Grecia de Syriza es que, sin una mayoría social organizada, sin un
pueblo convencido y movilizado, sin unas fuerzas políticas y sociales
unidas, no habrá transformación posible y seremos brutalmente
derrotados, para mayor gloria de la Europa alemana del euro y del
capital monopolista financiero. Para el Frente Cívico, hoy más que
nunca, la unidad popular es obligatoria.
5.- Último aviso
Llegados
a este punto, hay que concluir que el movimiento popular se encuentra
ante una disyuntiva decisiva: adoptar una estrategia de unidad popular
en el sentido anteriormente expuesto, o persistir en la división y la
fragmentación, allanando el camino a los beneficiarios del expolio de
nuestro país. Los resultados de las elecciones municipales y autonómicas
avalan con rotundidad esta hipótesis: donde ha sido posible una amplia
confluencia político-social, sobre la base de alianzas honestas entre
todos los sectores implicados y dentro de un programa suficientemente
ambicioso, se han producido cambios que parecían impensables hace muy
poco tiempo. En cambio, donde ha predominado la fragmentación y el
sectarismo, las urnas han dado oxígeno al bloque neoconservador
(PP-PSOE-Ciudadanos-CIU-PNV). La emergencia de procesos unitarios en
ciudades como Madrid o Barcelona, por citar sólo los casos más
conocidos, alumbra el camino a recorrer para dar un paso más hacia el
profundo cambio político que necesita nuestra sociedad.
El horizonte de las elecciones generales se presenta sombrío si no se aprende rápidamente desde ya.
O las fuerzas políticas, movimientos, colectivos, etc. asumen
consecuentemente que sólo son instrumentos para el gran cambio y no
fines en sí mismos, o sufriremos una derrota duradera que nos sumirá en
tiempos difíciles. Podemos está siendo sometido a una durísima guerra de
posiciones para la que no estaba preparado, demoliendo sin piedad y sin
ningún freno a su equipo dirigente. En este contexto, sin una verdadera
estrategia y un auténtico programa de unidad política y social popular
que vaya más allá del cálculo electoralista, y que necesariamente
implicará negociaciones con otras fuerzas políticas y sociales, no
resulta imaginable la constitución de un contrapoder popular
suficientemente fuerte para iniciar un proceso constituyente.
Es
más, afirmamos que a estas alturas, el riesgo al que se enfrenta el
movimiento popular no es sólo perder las próximas elecciones generales.
Creemos que, de no abordarse el problema de la unidad, el movimiento
popular ni siquiera tendrá fuerza para emprender una guerra de desgaste
en las instituciones y en la calle contra el gobierno resultante de esas
elecciones. La clave es que Podemos, IU y las demás izquierdas crezcan y
se desarrollen, alimentando una movilización unitaria y sostenida de
las clases populares que puede desalojar del poder a los gobiernos
neoliberales, como efectivamente ha sucedido en Atenas y puede ocurrir
en otros lugares. Todos juntos somos aún insuficientes para
constituirnos en poder constituyente y desde ahí alumbrar un nuevo
régimen basado en la igualdad, la libertad y la justicia. Necesitamos
todas nuestras fuerzas, toda nuestra capacidad de unidad para vencer.
Como hemos dicho tantas veces el programa, la forma de elaborarlo y los valores que subyacen y se explicitan en él, es la clave de las alianzas,
los consensos y la construcción del contrapoder de la mayoría. Y
también, por cierto, de hipotéticos gobiernos municipales y autonómicos
surgidos de las elecciones del 24 de mayo y apoyados por fuerzas
políticas dispuestas, realmente y en la práctica, a oponerse a las
políticas de austeridad impuestas a nuestro país, huyendo de la política
de cheques en blanco o de apoyos acríticos que permita al PSOE
recuperar la credibilidad pérdida. Se trata de evitar etiquetas que nada
dicen y centrar el debate político, estratégico y programático en torno
la ruptura democrática y el proceso constituyente. Por tanto, en
aquellos lugares y circunstancias en los que el PP pueda ser relevado,
el discurso del “frente de la izquierda” (incluyendo en la misma al
PSOE) debiera ser cambiado por el de “acuerdo antigubernamental” y, por
supuesto, con los contenidos programáticos y líneas éticas que lo
constituyan y justifiquen. Y sin perder nunca de vista que una parte del
bipartito ha perdido más que la otra, pero en la trilogía Unión
Europea-Euro-Deuda están plenamente identificados.
Por otra parte, más allá del programa, el discurso es la línea medular que estructura lenguajes, valores, actitudes y comportamientos.
Y en estos momentos el Frente Cívico debe plantear a las fuerzas que se
reclaman del proceso constituyente y a la población en general la gran
cuestión, el gran problema, el meollo del momento histórico: Unión Europea-Euro-Deuda.
Y, como trasfondo último que explica hacia donde se dirige el actual
proyecto europeo, el TTIP. Cualquier fuerza política que pretenda romper
realmente con el neoliberalismo, y no sólo sustituir unos gobiernos por
otros, debe plantearse la cuestión de la soberanía y enfrentarse a la
Unión Europea como tal. Negar esta realidad o no atreverse a enfrentarla
conduce invariablemente a la derrota ideológica y favorece a las
fuerzas que alientan la recomposición del dominio neoliberal. La clave
es construir un discurso global que articule adecuadamente el secuestro
de la democracia, la deslegitimación de la política y la acumulación por
desposesión que se ha desencadenado en Europa.
* * * * *
Esta propuesta puede servir de base para una intervención estructurada y bien planificada,
que sitúe la unidad popular en el centro del debate y defina una
alternativa posible y deseable para nuestro pueblo alrededor de una
estrategia constituyente. La idea es promover el debate en las asambleas
y la celebración de actos con otros colectivos y organizaciones locales
en torno a la propuesta. También es fundamental la preparación y
publicación de artículos de opinión, la elaboración de materiales
gráficos y audiovisuales y la preparación de actos públicos en las
principales ciudades del país. Todo ello permitirá fortalecer el Frente
Cívico desde un punto de vista político y organizativo, extendiendo la
organización y difundiendo nuestro proyecto entre los ciudadanos. La
experiencia más reciente demuestra que la organización del Frente Cívico
sólo resulta posible si va acompañada de una acción política realista,
viable y bien planificada, que permita a nuestros activistas contactar
con la ciudadanía y explicar la base programática que cimenta nuestra
unión.
En
segundo lugar, consideramos que el proceso de unidad popular, tal y
como lo hemos definido en las anteriores páginas, debe fomentar y
reforzar el protagonismo de las comunidades de lucha que se han
desarrollado al calor de la crisis económica y que han mostrado una gran
creatividad en la articulación de protestas sociales, especialmente en
el caso de movimientos como las Mareas Ciudadanas, PAH, Marchas de la
Dignidad, Campamentos Dignidad de Extremadura, Acampada
dignidad Córdoba, Corralas andaluzas, etc. Es un hecho que la
movilización social y la conciencia que se genera en torno a ella pueden
contribuir de forma importante a forjar la unidad popular, extendiendo
la percepción de su necesidad entre los actores políticos y en el
conjunto de la sociedad. Por este motivo, durante las próximas semanas
el Frente Cívico dedicará una parte de sus esfuerzos a impulsar una convocatoria social que sirva de acicate y estimulo para la unidad popular, incluyendo una recogida de adhesiones
que contribuya a la activación social de un bloque popular unitario. La
coordinación de esta iniciativa corresponde a los compañeros José Coy y
Manuel Cañada, co-responsables del área de Frente y Sociedad.
Finalmente, el Frente Cívico “Somos Mayoría” considera pertinente realizar un llamamiento urgente
a todas las organizaciones políticas y sociales comprometidas con la
ruptura democrática a fin de ir hacia la unidad en la mayoría,
concretándola en unos puntos fundamentales que sirvan de base para la
construcción de una alternativa al actual sistema de poder político. Con
esta finalidad, el Frente Cívico se dirigirá a los actores sociales y
políticos y pondrá a su disposición una propuesta programática inicial.
Confiamos plenamente en que estas organizaciones estarán a la altura del
momento histórico y antepondrán el interés general de la ciudadanía a
cualquier otra consideración. Juntos, podríamos.
martes, 23 de junio de 2015
Asamblea del FCSM Málaga MARTES 23 de JUNIO en la Noria de 18h a 20h
Compañer@s,
Os convocamos a la próxima Asamblea del FCSM Málaga que tendrá lugar esta tarde MARTES 23 de JUNIO de 18h a 20h en La Noria, Avenida Arroyo Los Ángeles, 50 entre el Materno Infantil y el Cuartel de la Guardia Civil. Quedamos en el aparcamiento del Materno Infantil que está más cerca del cuartel para los que no conozcan el sitio.
lunes, 22 de junio de 2015
Calendario de acciones del FCSM Málaga del 22 al 28 de junio
Os pasamos las acciones que como FCSM Málaga desarrollaremos durante
esta semana, con sitio, fecha y hora, para que de un vistazo podáis ver
donde os viene mejor participar y colaborar, además de otros eventos
interesantes. Sería muy interesante saber con antelación quien está
interesado en cada acción, por lo que os rogamos nos comuniquéis si
tenéis intención de acudir a alguna de las convocatorias o si tenéis
alguna duda sobre alguna de ellas.
- lun, 22 de junio, 18:00 – 20:00. Asamblea Movimiento Dignidad 22M Málaga.
Lugar: Agrupación Marcelino Camacho, C/ Cerrojo.
- mar, 23 de junio, 18:00 - 20:00. Asamblea del FCSM Málaga.
Lugar: La Noria, Avenida Arroyo Los Ángeles, entre el Materno Infantil y el Cuartel de la Guardia Civil. Quedamos en el aparcamiento del Materno Infantil que está más cerca del cuartel.
- mie, 24 de junio, 11:00. Acción contra la ley Mordaza.
Lugar:Mercadillo de Huelin.
- vie, 26 de junio, Concentración-Manifestación Málaga Sin Mordaza
Lugar: Plaza de la Constitución
- dom, 28 de junio, 11:00. Acción contra la ley Mordaza.
Lugar:Mercadillo-Rastro de la Feria en el Cortijo Torres.
- lun, 22 de junio, 18:00 – 20:00. Asamblea Movimiento Dignidad 22M Málaga.
Lugar: Agrupación Marcelino Camacho, C/ Cerrojo.
- mar, 23 de junio, 18:00 - 20:00. Asamblea del FCSM Málaga.
Lugar: La Noria, Avenida Arroyo Los Ángeles, entre el Materno Infantil y el Cuartel de la Guardia Civil. Quedamos en el aparcamiento del Materno Infantil que está más cerca del cuartel.
- mie, 24 de junio, 11:00. Acción contra la ley Mordaza.
Lugar:Mercadillo de Huelin.
- vie, 26 de junio, Concentración-Manifestación Málaga Sin Mordaza
Lugar: Plaza de la Constitución
- dom, 28 de junio, 11:00. Acción contra la ley Mordaza.
Lugar:Mercadillo-Rastro de la Feria en el Cortijo Torres.
lunes, 15 de junio de 2015
Calendario de acciones del FCSM Málaga del 15 al 21 de junio
Os
pasamos las acciones que como FCSM Málaga desarrollaremos durante esta
semana, con sitio, fecha y hora, para que de un vistazo podáis ver donde
os viene mejor participar y colaborar, además de otros eventos
interesantes. Sería muy interesante saber con antelación quien está
interesado en cada acción, por lo que os rogamos nos comuniquéis si
tenéis intención de acudir a alguna de las convocatorias o si tenéis
alguna duda sobre alguna de ellas.
- mar,
Lugar: Sede del PCA en la Unión, C/ Salvador Noriega, 7.
-
Lugar:
- mar,
16
de junio, 18:30 – 20:30.Reunión grupo de Contactos del Movimiento Dignidad 22M.Lugar: Sede del PCA en la Unión, C/ Salvador Noriega, 7.
-
jue, 18
de junio.Acción contra la ley Mordaza.Lugar:
Mercadillo de Ciudad Jardín.
- sáb, 20 de junio.Acción contra la ley Mordaza.
Lugar:Mercadillo de Ciudad Jardín.
Lugar:Mercadillo de Ciudad Jardín.
lunes, 8 de junio de 2015
Calendario de acciones del FCSM Málaga del 8 al 14 de junio
Os pasamos las acciones que como FCSM Málaga desarrollaremos durante esta semana, con sitio, fecha y hora, para que de un vistazo podáis ver donde os viene mejor participar y colaborar, además de otros eventos interesantes. Sería muy interesante saber con antelación quien está interesado en cada acción, por lo que os rogamos nos comuniquéis si tenéis intención de acudir a alguna de las convocatorias o si
tenéis alguna duda sobre alguna de ellas.
- mar, 9 de junio, 19:00 – 21:00. Asamblea del Movimiento Dignidad 22M.
Lugar: Sede de Podemos, C/ Bresca.
- mar, 9 de junio, 19:00 – 21:00. Asamblea del Movimiento Dignidad 22M.
Lugar: Sede de Podemos, C/ Bresca.
sábado, 6 de junio de 2015
Resolución de la Mesa Estatal del FCSM sobre la Huelga Movistar
Telefónica, que incluso en los peores años de la estafa financiera ha
subido sus beneficios de manera obscena (siempre por encima de los
3.000 millones de euros) ha ido reduciendo en los últimos 20 años su
plantilla directa en más de 50.000 personas, las cuales, multiplicadas
por cuatro, han pasado a hacer las tareas que antes hacían emplead@s
fijos con condiciones dignas. Así, la atención comercial, tanto
presencial como telefónica, las instalaciones, los procesos y trabajos
informáticos, la logística, el mantenimiento, la gestión de los recursos
humanos,…. hoy se hacen por empresas externas, en unos casos propiedad
total o parcial de la propia Telefónica y, en otros, no.
Durante más de 20 años, l@s trabajador@s de esas empresas subcontratadas, han estado sufriendo el desplome de sus derechos y condiciones de trabajo. Pero han dicho ¡basta ya! Desde el 28 de marzo, l@s trabajador@s de contratas, subcontratas y autónom@s que prestan sus servicios a Movistar (Telefónica) están en huelga indefinida luchando por conseguir unas condiciones de trabajo dignas. Hay que recordar las condiciones en las que estas personas trabajan, que van bajando según trabajen para contratas, para subcontratas o como autónom@s para las subcontratas.
Ésta última es la modalidad, la de autónom@, es a la que están obligando las empresas a sus trabajador@s. De hecho, les ofrecen 15.000 euros como despido para después contratarl@s como autónom@s. Una vez en esa situación, les hacen contratos de entre 2 y 4 horas diarias, aunque su jornada se extiende entre 10 y 12. Tienen que poner su vehículo, la gasolina, las herramientas (solo una para la fibra óptica vale 3.000 euros) y si no logran culminar la instalación (aunque sea porque el cliente desista) no cobran. Y si, por culpa de la prisa para lograr los inalcanzables objetivos que se les marcan, cometen un error, aunque sea insignificante, les penalizan hasta el punto de poder perder el jornal de un día. Eso sí, los empresarios se brindan a alquilarles coche y herramientas. Al final, el trabajador/a es el que se paga su sueldo. Sueldo que, con mucha suerte, puede llegar a los 700 euros mensuales. Por supuesto, estas personas trabajan los 7 días de la semana, no pueden cogerse vacaciones, si se ponen enfermos se lo descuentan de su sueldo, etc. Todo bajo la amenaza de: “si no vienes el sábado, si te coges vacaciones,… ya no vuelvas por aquí. Hay un montón esperando en la puerta”
Las condiciones en las contratas no van mucho más allá, aunque al menos, al ser emplead@s de una empresa, tienen un comité y unos derechos de sindicación, que, de todas formas, sueles ser cercenados o encauzados a sindicatos “amigos” de las empresas. En estas empresas, pueden tener el coche y las herramientas por cuenta de la empresa (aunque en unas condiciones nefastas que hace que l@s trabajador@s terminen comprándose las suyas) y, con suerte y jugándose la vida, pueden llegar a 1400 euros mensuales (ya prorrateadas las pagas extraordinarias).
Mientras tanto, los directivos de Telefónica, incluidos algunos personajes tan incalificables como Rodrigo Rato, Iñaki Urdangarín o Francisco Camps han estado contratados como asesores por no hacer nada y ganando millones de euros al año. El propio César Alierta, solo en salario directo, ganó 5,8 millones en 2013, 6,7 millones en 2014 y, en 2015, se ha subido el salario un 16%.
Ante esta situación l@s técnic@s de las empresas que trabajan para Movistar (Abentel, Cobra, Comfica, Cotronic, Dominion, Elector, Itete, Montelnor y Teleco) han dicho que su dignidad no va a ser mancillada ni un día más y llevan dos meses de huelga indefinida, convocada por l@s trabajador@s a través de sindicatos minoritarios en la matriz, como AST, Cobas o CGT, pero que, a pesar de un acuerdo esperpéntico, con supuestas mejoras, firmado por CC.OO y UGT y las empresas en los primeros días de huelga, han hecho caso omiso de él y mantienen sus reivindicaciones. La huelga está siendo especialmente importante en Madrid y, sobre todo, en Cataluña, donde, a día de hoy, se encuentran desde hace una semana encerrad@s en la tienda de Telefónica en el Mobile Word Centre. A pesar de las amenazas de desalojo violento, de que han sido criminalizados con falsas noticias de sabotajes, y de que han sido comparad@s (¡cómo no!) con terroristas, no solo aguantan, sino que tienen el apoyo popular de l@s ciudadan@s, que ven como encarnan uno de los ejemplos más nítidos de lo que implica la ideología dominante: beneficios desorbitados y obscenos para unos cuantos a costa de la esclavitud de la mayoría.
Especialmente significativo es el silencio absoluto y generalizado de los medios de comunicación. Unos en manos de la propia Telefónica, otros en manos de bancos accionistas de Telefónica y todos receptores de unas enormes carteras de publicidad, hacen el vacío a una lucha que muerde en la mano de quien les da de comer. ¡Si esto es una prensa democrática…!
El Frente Cívico Somos Mayoría se posiciona con est@s compañer@s, hace suya su lucha, se pone a su disposición y apoya medidas como la propuesta por la candidata de Barcelona en Comú, Ada Colau, que se ha comprometido a no firmar ningún acuerdo de prestación de servicios con ninguna empresa que no cumpla las condiciones laborales pactadas en los convenios colectivos.
Como el Frente Cívico Somos Mayoría viene defendiendo desde su creación, no queda otra vía que la de la movilización ciudadana y de l@s trabajador@s para poder revertir esta situación de abuso absoluto y de corrupción de un sistema que ha demostrado ser de todo, menos democrático y de derecho. Las pruebas de ello se multiplican por varias unidades cada día. Y, en torno a esa movilización, seguir creando el poder popular que, poco a poco, va dando ejemplos de propuestas electorales alejadas de las políticas creadoras de miseria entre la mayoría de la población.
Durante más de 20 años, l@s trabajador@s de esas empresas subcontratadas, han estado sufriendo el desplome de sus derechos y condiciones de trabajo. Pero han dicho ¡basta ya! Desde el 28 de marzo, l@s trabajador@s de contratas, subcontratas y autónom@s que prestan sus servicios a Movistar (Telefónica) están en huelga indefinida luchando por conseguir unas condiciones de trabajo dignas. Hay que recordar las condiciones en las que estas personas trabajan, que van bajando según trabajen para contratas, para subcontratas o como autónom@s para las subcontratas.
Ésta última es la modalidad, la de autónom@, es a la que están obligando las empresas a sus trabajador@s. De hecho, les ofrecen 15.000 euros como despido para después contratarl@s como autónom@s. Una vez en esa situación, les hacen contratos de entre 2 y 4 horas diarias, aunque su jornada se extiende entre 10 y 12. Tienen que poner su vehículo, la gasolina, las herramientas (solo una para la fibra óptica vale 3.000 euros) y si no logran culminar la instalación (aunque sea porque el cliente desista) no cobran. Y si, por culpa de la prisa para lograr los inalcanzables objetivos que se les marcan, cometen un error, aunque sea insignificante, les penalizan hasta el punto de poder perder el jornal de un día. Eso sí, los empresarios se brindan a alquilarles coche y herramientas. Al final, el trabajador/a es el que se paga su sueldo. Sueldo que, con mucha suerte, puede llegar a los 700 euros mensuales. Por supuesto, estas personas trabajan los 7 días de la semana, no pueden cogerse vacaciones, si se ponen enfermos se lo descuentan de su sueldo, etc. Todo bajo la amenaza de: “si no vienes el sábado, si te coges vacaciones,… ya no vuelvas por aquí. Hay un montón esperando en la puerta”
Las condiciones en las contratas no van mucho más allá, aunque al menos, al ser emplead@s de una empresa, tienen un comité y unos derechos de sindicación, que, de todas formas, sueles ser cercenados o encauzados a sindicatos “amigos” de las empresas. En estas empresas, pueden tener el coche y las herramientas por cuenta de la empresa (aunque en unas condiciones nefastas que hace que l@s trabajador@s terminen comprándose las suyas) y, con suerte y jugándose la vida, pueden llegar a 1400 euros mensuales (ya prorrateadas las pagas extraordinarias).
Mientras tanto, los directivos de Telefónica, incluidos algunos personajes tan incalificables como Rodrigo Rato, Iñaki Urdangarín o Francisco Camps han estado contratados como asesores por no hacer nada y ganando millones de euros al año. El propio César Alierta, solo en salario directo, ganó 5,8 millones en 2013, 6,7 millones en 2014 y, en 2015, se ha subido el salario un 16%.
Ante esta situación l@s técnic@s de las empresas que trabajan para Movistar (Abentel, Cobra, Comfica, Cotronic, Dominion, Elector, Itete, Montelnor y Teleco) han dicho que su dignidad no va a ser mancillada ni un día más y llevan dos meses de huelga indefinida, convocada por l@s trabajador@s a través de sindicatos minoritarios en la matriz, como AST, Cobas o CGT, pero que, a pesar de un acuerdo esperpéntico, con supuestas mejoras, firmado por CC.OO y UGT y las empresas en los primeros días de huelga, han hecho caso omiso de él y mantienen sus reivindicaciones. La huelga está siendo especialmente importante en Madrid y, sobre todo, en Cataluña, donde, a día de hoy, se encuentran desde hace una semana encerrad@s en la tienda de Telefónica en el Mobile Word Centre. A pesar de las amenazas de desalojo violento, de que han sido criminalizados con falsas noticias de sabotajes, y de que han sido comparad@s (¡cómo no!) con terroristas, no solo aguantan, sino que tienen el apoyo popular de l@s ciudadan@s, que ven como encarnan uno de los ejemplos más nítidos de lo que implica la ideología dominante: beneficios desorbitados y obscenos para unos cuantos a costa de la esclavitud de la mayoría.
Especialmente significativo es el silencio absoluto y generalizado de los medios de comunicación. Unos en manos de la propia Telefónica, otros en manos de bancos accionistas de Telefónica y todos receptores de unas enormes carteras de publicidad, hacen el vacío a una lucha que muerde en la mano de quien les da de comer. ¡Si esto es una prensa democrática…!
El Frente Cívico Somos Mayoría se posiciona con est@s compañer@s, hace suya su lucha, se pone a su disposición y apoya medidas como la propuesta por la candidata de Barcelona en Comú, Ada Colau, que se ha comprometido a no firmar ningún acuerdo de prestación de servicios con ninguna empresa que no cumpla las condiciones laborales pactadas en los convenios colectivos.
Como el Frente Cívico Somos Mayoría viene defendiendo desde su creación, no queda otra vía que la de la movilización ciudadana y de l@s trabajador@s para poder revertir esta situación de abuso absoluto y de corrupción de un sistema que ha demostrado ser de todo, menos democrático y de derecho. Las pruebas de ello se multiplican por varias unidades cada día. Y, en torno a esa movilización, seguir creando el poder popular que, poco a poco, va dando ejemplos de propuestas electorales alejadas de las políticas creadoras de miseria entre la mayoría de la población.
jueves, 4 de junio de 2015
Acumulación por desposesión en Europa
http://blogs.publico.es/dominiopublico/13525/acumulacion-por-desposesion-en-europa/
Héctor Illueca Ballester
Doctor en Derecho e Inspector de Trabajo y Seguridad Social
La Unión Europea pretende anular el resultado de las elecciones celebradas en Grecia el pasado 25 de enero. Como era previsible, el Eurogrupo intenta aprovechar las dificultades financieras que atraviesa el país heleno para liquidar definitivamente el programa de Syriza y desautorizar su mensaje. Al exigir nuevas reformas del mercado laboral y del sistema de pensiones para desbloquear el último tramo del rescate financiero, medidas absolutamente ajenas a las necesidades reales del país, la Unión Europea evidencia que su estrategia de negociación no responde a motivaciones de índole económica, sino política: se trata, ante todo, de subvertir el proceso democrático y quebrantar la soberanía de Grecia, enviando al mismo tiempo un elocuente mensaje a los países de la periferia, y muy especialmente a España, que tiene a la vista las elecciones generales más importantes de su historia reciente. En este contexto, cabe preguntarse por la auténtica naturaleza del experimento social y político al que se enfrentan los pueblos del sur de Europa. ¿Qué está pasando en el Viejo Continente?
Debemos a David Harvey la acuñación de la expresión acumulación por desposesión, que describe la persistencia de prácticas depredadoras de acumulación en el capitalismo contemporáneo, similares a las observadas por Marx en la fase primitiva de este sistema económico. A juicio de Harvey, estas prácticas revisten formas diferentes en contextos distintos, pudiendo mencionarse a título ejemplificativo la privatización de activos públicos, la mercantilización de la fuerza de trabajo o la apropiación de los recursos naturales en el marco de procesos coloniales. El modus operandi de este régimen de acumulación consiste en utilizar el sistema de crédito como palanca de desposesión, atribuyendo al Estado un especial protagonismo con su monopolio de la violencia y su definición de la legalidad. O, por emplear las palabras de Harvey, “la perversa alianza entre los poderes del Estado y los comportamientos depredadores del capital financiero constituye el pico y las garras de un capitalismo buitresco que ejercita prácticas caníbales y devaluaciones forzadas” mientras invoca hipócritamente los más altos valores de la democracia.
En nuestra opinión, la evolución que ha experimentado la economía europea desde que empezó la crisis económica constituye una buena muestra de acumulación capitalista depredadora y especulativa. El endeudamiento de los países periféricos ha derivado en un estado de servidumbre por deudas que, con la mediación de la Unión Europea, está siendo utilizado para propiciar una gigantesca redistribución de activos desde el campo popular al dominio del capital. Esta operación incluye, entre otros aspectos, el desmantelamiento progresivo del Derecho del Trabajo, la privatización de empresas públicas o la abolición de conquistas históricas logradas por los trabajadores tras la intensa lucha de clases que se desarrolló con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial. Naturalmente, la desposesión se está llevando a cabo contra la voluntad de las poblaciones periféricas, que asisten atónitas a la imposición de programas económicos asombrosamente similares entre sí con independencia de las circunstancias de cada país. Como siempre, el aparato represivo del Estado juega un papel fundamental en la consolidación y desarrollo de tales procesos.
Llegados a este punto de la exposición, quedan pocas dudas sobre la auténtica naturaleza del fenómeno al que nos hemos referido en los anteriores párrafos. Los países del sur de Europa están siendo sometidos a un proceso de acumulación por desposesión, en el marco de una intensificación sin precedentes de la explotación de los trabajadores. Un balance provisorio muestra, en primer término, una redistribución profundamente regresiva del ingreso y un reordenamiento del equilibrio de fuerzas en beneficio del capital. Desde 2010, los salarios reales han retrocedido en casi todos los países europeos, destacando por su intensidad las caídas experimentadas en Grecia (20 por ciento), Portugal (7 por ciento) y España (6,4 por ciento). Tales datos evidencian la inversión del patrón distributivo vigente en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, delineando un escenario caracterizado por la recomposición del beneficio empresarial a través de la confiscación salarial.
Conquistas históricas como la sanidad y la educación públicas están siendo mercantilizadas, acentuando la vulnerabilidad de sectores cada vez más amplios de la población. En la actual fase de su desarrollo, la Unión Europea no sólo constituye un mercado unificado, sino que, por emplear la expresión de Polanyi, apunta a la conformación de una sociedad de mercado, es decir, una sociedad plenamente mercantilizada en la que los derechos sociales aparecen fagocitados por el mercado. En este contexto, y muy especialmente en el ámbito de los países periféricos, la transición neoliberal se viene produciendo por la vía de neutralizar las capacidades de intervención pública en la economía, convirtiendo a los pueblos del sur de Europa en rehenes del mercado autorregulado. La capitulación del Estado social y la mercantilización de las relaciones sociales alimentan un darwinismo social despiadado que selecciona a los más aptos en detrimento de los más débiles: parados, pensionistas, enfermos, trabajadores precarios… El resultado es un paisaje aterrador caracterizado por una precariedad galopante, obscenas desigualdades sociales y un dramático aumento de la pobreza.
Sin embargo, a medida que se descomponen las redes de solidaridad, aparecen las condiciones para una movilización sociopolítica capaz de poner en cuestión el entramado neoliberal de la Unión Europea. O, por decirlo de otra manera, la mutilación de la democracia en países como Grecia o España ha provocado una grave crisis de legitimidad y ha reforzado el protagonismo de los movimientos sociales en el ámbito político, reintroduciendo la vieja distinción entre un país real atravesado por rupturas y contradicciones y un país legal incapaz de atender las reivindicaciones de los ciudadanos. La proliferación de problemas sociales y la acumulación de demandas insatisfechas alimentan una movilización creciente de las clases populares que puede desalojar del poder a los gobiernos neoliberales, como efectivamente ha sucedido en Atenas y podría ocurrir en otros lugares. No obstante, está por ver si este proceso puede extenderse más allá de Grecia, donde predomina la influencia de un combativo movimiento obrero desde que empezó la crisis económica.
Lo que parece indudable es que cualquier fuerza política que pretenda romper realmente con el neoliberalismo, y no sólo sustituir unos gobiernos por otros, debe plantearse la cuestión de la soberanía y enfrentarse a la Unión Europea como tal. En nuestra opinión, el inicio de una era post-neoliberal sólo puede producirse sobre las ruinas de la actual Unión Europea y en el marco de una reestructuración radical del poder económico y social en favor de los trabajadores. Negar esta realidad o no atreverse a enfrentarla conduce invariablemente a la derrota ideológica y favorece a las fuerzas que alientan la recomposición del dominio neoliberal. La clave es construir un discurso global que articule adecuadamente el secuestro de la democracia, la deslegitimación de la política y la acumulación por desposesión que se ha desencadenado en Europa, otorgando coherencia y eficacia al aluvión de reclamos populares que expresan el sufrimiento de las grandes mayorías sociales.
Héctor Illueca Ballester
Doctor en Derecho e Inspector de Trabajo y Seguridad Social
La Unión Europea pretende anular el resultado de las elecciones celebradas en Grecia el pasado 25 de enero. Como era previsible, el Eurogrupo intenta aprovechar las dificultades financieras que atraviesa el país heleno para liquidar definitivamente el programa de Syriza y desautorizar su mensaje. Al exigir nuevas reformas del mercado laboral y del sistema de pensiones para desbloquear el último tramo del rescate financiero, medidas absolutamente ajenas a las necesidades reales del país, la Unión Europea evidencia que su estrategia de negociación no responde a motivaciones de índole económica, sino política: se trata, ante todo, de subvertir el proceso democrático y quebrantar la soberanía de Grecia, enviando al mismo tiempo un elocuente mensaje a los países de la periferia, y muy especialmente a España, que tiene a la vista las elecciones generales más importantes de su historia reciente. En este contexto, cabe preguntarse por la auténtica naturaleza del experimento social y político al que se enfrentan los pueblos del sur de Europa. ¿Qué está pasando en el Viejo Continente?
Debemos a David Harvey la acuñación de la expresión acumulación por desposesión, que describe la persistencia de prácticas depredadoras de acumulación en el capitalismo contemporáneo, similares a las observadas por Marx en la fase primitiva de este sistema económico. A juicio de Harvey, estas prácticas revisten formas diferentes en contextos distintos, pudiendo mencionarse a título ejemplificativo la privatización de activos públicos, la mercantilización de la fuerza de trabajo o la apropiación de los recursos naturales en el marco de procesos coloniales. El modus operandi de este régimen de acumulación consiste en utilizar el sistema de crédito como palanca de desposesión, atribuyendo al Estado un especial protagonismo con su monopolio de la violencia y su definición de la legalidad. O, por emplear las palabras de Harvey, “la perversa alianza entre los poderes del Estado y los comportamientos depredadores del capital financiero constituye el pico y las garras de un capitalismo buitresco que ejercita prácticas caníbales y devaluaciones forzadas” mientras invoca hipócritamente los más altos valores de la democracia.
En nuestra opinión, la evolución que ha experimentado la economía europea desde que empezó la crisis económica constituye una buena muestra de acumulación capitalista depredadora y especulativa. El endeudamiento de los países periféricos ha derivado en un estado de servidumbre por deudas que, con la mediación de la Unión Europea, está siendo utilizado para propiciar una gigantesca redistribución de activos desde el campo popular al dominio del capital. Esta operación incluye, entre otros aspectos, el desmantelamiento progresivo del Derecho del Trabajo, la privatización de empresas públicas o la abolición de conquistas históricas logradas por los trabajadores tras la intensa lucha de clases que se desarrolló con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial. Naturalmente, la desposesión se está llevando a cabo contra la voluntad de las poblaciones periféricas, que asisten atónitas a la imposición de programas económicos asombrosamente similares entre sí con independencia de las circunstancias de cada país. Como siempre, el aparato represivo del Estado juega un papel fundamental en la consolidación y desarrollo de tales procesos.
Llegados a este punto de la exposición, quedan pocas dudas sobre la auténtica naturaleza del fenómeno al que nos hemos referido en los anteriores párrafos. Los países del sur de Europa están siendo sometidos a un proceso de acumulación por desposesión, en el marco de una intensificación sin precedentes de la explotación de los trabajadores. Un balance provisorio muestra, en primer término, una redistribución profundamente regresiva del ingreso y un reordenamiento del equilibrio de fuerzas en beneficio del capital. Desde 2010, los salarios reales han retrocedido en casi todos los países europeos, destacando por su intensidad las caídas experimentadas en Grecia (20 por ciento), Portugal (7 por ciento) y España (6,4 por ciento). Tales datos evidencian la inversión del patrón distributivo vigente en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, delineando un escenario caracterizado por la recomposición del beneficio empresarial a través de la confiscación salarial.
Conquistas históricas como la sanidad y la educación públicas están siendo mercantilizadas, acentuando la vulnerabilidad de sectores cada vez más amplios de la población. En la actual fase de su desarrollo, la Unión Europea no sólo constituye un mercado unificado, sino que, por emplear la expresión de Polanyi, apunta a la conformación de una sociedad de mercado, es decir, una sociedad plenamente mercantilizada en la que los derechos sociales aparecen fagocitados por el mercado. En este contexto, y muy especialmente en el ámbito de los países periféricos, la transición neoliberal se viene produciendo por la vía de neutralizar las capacidades de intervención pública en la economía, convirtiendo a los pueblos del sur de Europa en rehenes del mercado autorregulado. La capitulación del Estado social y la mercantilización de las relaciones sociales alimentan un darwinismo social despiadado que selecciona a los más aptos en detrimento de los más débiles: parados, pensionistas, enfermos, trabajadores precarios… El resultado es un paisaje aterrador caracterizado por una precariedad galopante, obscenas desigualdades sociales y un dramático aumento de la pobreza.
Sin embargo, a medida que se descomponen las redes de solidaridad, aparecen las condiciones para una movilización sociopolítica capaz de poner en cuestión el entramado neoliberal de la Unión Europea. O, por decirlo de otra manera, la mutilación de la democracia en países como Grecia o España ha provocado una grave crisis de legitimidad y ha reforzado el protagonismo de los movimientos sociales en el ámbito político, reintroduciendo la vieja distinción entre un país real atravesado por rupturas y contradicciones y un país legal incapaz de atender las reivindicaciones de los ciudadanos. La proliferación de problemas sociales y la acumulación de demandas insatisfechas alimentan una movilización creciente de las clases populares que puede desalojar del poder a los gobiernos neoliberales, como efectivamente ha sucedido en Atenas y podría ocurrir en otros lugares. No obstante, está por ver si este proceso puede extenderse más allá de Grecia, donde predomina la influencia de un combativo movimiento obrero desde que empezó la crisis económica.
Lo que parece indudable es que cualquier fuerza política que pretenda romper realmente con el neoliberalismo, y no sólo sustituir unos gobiernos por otros, debe plantearse la cuestión de la soberanía y enfrentarse a la Unión Europea como tal. En nuestra opinión, el inicio de una era post-neoliberal sólo puede producirse sobre las ruinas de la actual Unión Europea y en el marco de una reestructuración radical del poder económico y social en favor de los trabajadores. Negar esta realidad o no atreverse a enfrentarla conduce invariablemente a la derrota ideológica y favorece a las fuerzas que alientan la recomposición del dominio neoliberal. La clave es construir un discurso global que articule adecuadamente el secuestro de la democracia, la deslegitimación de la política y la acumulación por desposesión que se ha desencadenado en Europa, otorgando coherencia y eficacia al aluvión de reclamos populares que expresan el sufrimiento de las grandes mayorías sociales.
martes, 2 de junio de 2015
Asamblea del FCSM Málaga JUEVES 4 de JUNIO en el Centro de Recursos Participativos de 18h a 20h
Compañer@s,
Os convocamos a la próxima Asamblea del FCSM Málaga que tendrá lugar el próximo JUEVES 4 de JUNIO de 18h a 20h en el Centro de Recursos Participativos, tras la comisaría central de policía de la Avenida de Andalucía.
Os esperamos.
lunes, 1 de junio de 2015
Calendario de acciones del FCSM Málaga del 1 al 7 de junio
Os pasamos las acciones que como FCSM Málaga desarrollaremos durante esta semana, con sitio, fecha y hora, para que de un vistazo podáis ver donde os viene mejor participar y colaborar, además de otros eventos interesantes. Sería muy interesante saber con antelación quien está interesado en cada acción, por lo que os rogamos nos comuniquéis si tenéis intención de acudir a alguna de las convocatorias o si tenéis alguna duda sobre alguna de ellas.
- mar, 2 de junio, 18:00 – 20:00. Reunión de comisión de Acciones del Movimiento Dignidad 22M.
Lugar: Sede del PCA en la Unión, C/ Salvador Noriega, 7.
- mar, 2 de junio, 18:00 – 20:00. Reunión de comisión de Contactos del Movimiento Dignidad 22M.
Lugar: Sede del PCA en la Unión, C/ Salvador Noriega, 7.
- mie, 3 de junio, 18:00 – 20:00. Reunión de comisión de Agitación y propaganda del Movimiento Dignidad 22M.
Lugar: Sede del PCA en C/ Cerrojo
- vie, 5 de junio, 18:00 – 20:00. Reunión de Málaga por la Educación Pública.
Lugar: Facultad de Ciencias de la Información
- sab, 6 de junio, 10:00 - 20:00. Encuentro Andaluz por la Renta Básica.
Lugar: Centro Ciudadano Valle Inclán, Málaga, España, Avenida de la Palmilla 16.
- sab, 6 de junio, 10:30 - 14:00. Asamblea Andaluza del Movimiento Dignidad 22M.
Lugar: Humilladero
- mar, 2 de junio, 18:00 – 20:00. Reunión de comisión de Acciones del Movimiento Dignidad 22M.
Lugar: Sede del PCA en la Unión, C/ Salvador Noriega, 7.
- mar, 2 de junio, 18:00 – 20:00. Reunión de comisión de Contactos del Movimiento Dignidad 22M.
Lugar: Sede del PCA en la Unión, C/ Salvador Noriega, 7.
- mie, 3 de junio, 18:00 – 20:00. Reunión de comisión de Agitación y propaganda del Movimiento Dignidad 22M.
Lugar: Sede del PCA en C/ Cerrojo
Lugar: Facultad de Ciencias de la Información
- sab, 6 de junio, 10:00 - 20:00. Encuentro Andaluz por la Renta Básica.
Lugar: Centro Ciudadano Valle Inclán, Málaga, España, Avenida de la Palmilla 16.
- sab, 6 de junio, 10:30 - 14:00. Asamblea Andaluza del Movimiento Dignidad 22M.
Lugar: Humilladero
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