Astilleros, guerra económica en el seno de la UE y algo más.

Miguel Luis Jiménez

FCSM-Málaga

La Comisión Europea quiere que los Astilleros Españoles devuelvan las ayudas recibidas entre 2005 y 2011 ya que considera que son ilegales. Esta medida, pone en peligro la viabilidad de todo el sector y los puestos de trabajo de unas 80.000 personas. Al frente de esta ofensiva, ¿a quién poner mejor que al Vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Competencia, Joaquín Almunia? que además de ser español, es del PSOE. De esta manera la CE consigue dos cosas: que la opinión pública no advierta que lo que realmente está sucediendo es una ofensiva económica entre países y por otra, anular la capacidad de oposición y crítica del principal partido de la oposición en España, el PSOE.

Resulta pasmoso que haya un detalle que es omitido en la inmensa mayoría de los medios de comunicación. Parece olvidarse que el señor Almunia, está donde está por el apoyo explicito que le brinda el PSOE. ¿Por qué no se pide pues, la dimisión inmediata del responsable de Competencia de la UE desde esta parte del hemiciclo?

Si indagamos un poco en la raíz del conflicto que nos ocupa, veremos que en el seno de la Unión Europea hay 16 países que han tenido o tienen ayudas similares cuando no iguales a las que recibió España en el citado periodo (2005-2011). Sin embargo lo que parece que realmente subyace en estos hechos es una guerra económica. Cuando los Astilleros españoles comenzaron a fabricar barcos de apoyo logístico para las plataformas petrolíferas y consiguieron hacerlos mejor y más baratos que los astilleros de Holanda y Noruega, todas las alarmas en las empresas de estos países saltaron. España había entrado en el principal nicho de mercado de dichas empresas y amenazaba con quedarse con una importante parte del pastel. Ante esto, estas empresas presionaron a sus respectivos países para ganar en los tribunales lo que en el mercado estaban perdiendo y de esta manera, Holanda, presenta una demanda contra las citadas ayudas que estaba recibiendo el sector astillero de España, las 'tax lease'.

Tal y como ponen de manifiesto los datos, la primera parte de esta contienda ya la han ganado los holandeses y Noruegos ya que en los dos años que ha durado la investigación de estas ayudas por parte de la CE, los astilleros españoles han perdido al menos 50 contratos en favor de sus competidores europeos, principalmente Holanda y Noruega. Pero además, en este conflicto hay otro dato muy revelador, el cargo que existe inmediatamente por debajo al de Joaquín Almunia es holandés y otros dos altos cargos, funcionarios del área de Competencia, también lo son. Coincidencia?... no lo creo.

Estos hechos no vienen sino a corroborar que lo que se está dirimiendo en el seno de la Unión Europea es la repartición del trabajo. Se están decidiendo qué roles le van a corresponder a cada estado. En esta línea, parece cada vez más claro, que a España, en esta Europa de Maastricht, lo único que le va a quedar es turismo, servicios y Eurovegas. Perdemos, así pues, toda la soberanía productiva a favor de los Estados del Norte de Europa para convertirnos en el patio de recreo y descanso de los señores del Norte y nuestros hijos en sus sirvientes. Por todo ello, España, en la concepción que en Europa tienen de lo que debe ser España, no necesita una educación universitaria generalizada.

¿Para qué queremos arquitectos, médicos, ingenieros, etc si lo que va a demandar nuestro mercado de trabajo serán trabajadores poco cualificados del sector servicios?