Miguel Luis Jiménez
Miembro Mesa Estatal FCSM
Cuantas veces hemos oído decir eso de que “el fin último de las empresas privadas es ganar dinero”. Esto, que es visto como normal y justo por enormes capas sociales, encierra el pecado original de toda la economía capitalista. Las empresas, entendidas como núcleos productivos, deberían tener como fin producir aquello que la sociedad necesita. Sin embargo, esto hace ya tiempo que se olvidó y ahora nos encontramos en un periodo donde la ingeniería financiera es el máximo exponente y donde la acumulación de dinero (capital) es su fin supremo.
En este mercado global, gobernado por los dogmas neoliberales, la búsqueda del beneficio esta totalmente justificado y santificado. Siendo los recursos humanos el factor que mas encarece un bien en su proceso productivo, estaba claro que la vuelta a un régimen de neoesclavitud era, es, un escenario soñado por los poderes financieros y las grandes multinacionales.
El actual escenario de crisis económica, que ellos mismo crearon, es la excusa perfecta, el parapeto, bajo el que se están excusando para imponer una serie de reformas fiscales, laborales, sociales y económicas que nos ponen en la senda del neoesclavismo de las clases trabajadoras.
Centrándonos en España, podemos asegurar, tal como indica el prestigioso economista francés Jean Paul Fitoussi que, ya se ha llevado a cabo la mayor rebaja de salarios de la historia moderna y ello, al contrario de lo argumentado por el FMI, no ha supuesto una reducción del paro. Muy al contrario, ha supuesto, entre otras cosas, el haber alcanzado las cotas de desempleo más altas de las que se tiene registro. Lo explica de forma magnifica el profesor Juan Torres en su artículo “Las mentiras de siempre del FMI” donde se pone de manifiesto que toda la evidencia científica y empírica demuestra que la disminución de los salarios no supone la disminución del desempleo, muy al contrario, lo aumenta. Sin embargo, ahí están los lacayos de los principales medios de comunicación para hacer creer a las masas lo que interesa a los poderes fácticos (que significa: los que de hecho tienen el poder).
Al día siguiente de que el FMI "recomendase" a España una rebaja del 10% de los salarios como medida milagrosa para salir de la crisis, el Comisario para los asuntos Económicos de la UE, Ollin Reihm, se apresuró a publicar en su blog oficial su apoyo a estas medidas y advertir que " Aquellos que rechacen de forma instantánea [esta bajada salarial] cargaran sobre sus hombros la enorme responsabilidad del coste social y humano" ¿advertencia o Amenaza? Juzguen ustedes mismos.
Pero si éramos pocos parió la abuela y el Presidente de la CEOE pide ahora que se permita a las empresas cambiar los contratos a jornada completa por contratos de jornada parcial. Al mismo tiempo se pide que se permita, igualmente, que las empresas puedan exigir mas horas complementarias fuera de la jornada. Muy bien, expliquemos que significará en la práctica estas medidas. Básicamente, el empresario contratara por media jornada, pagara al trabajador por media jornada y cotizará a la Seguridad Social por media Jornada. Pero el trabajador trabajará jornada completa o más, como cada vez es más común en nuestro mercado laboral. Se trata pues de dar una cobertura legal a lo que de hecho ya se hace en la práctica.
Encima tienen el descaro de justificar estas medidas en su compromiso para con la creación de empleo. Señores empresarios, que no nos engañan, que su compromiso no es el de crear empleo, sino el de tener los máximos beneficios posibles y para ellos han iniciado una estrategia donde la disminución de los costes de producción vinculados al SER HUMANO se van a conseguir en base a su esclavitud: trabajar todas las horas que físicamente sean posible por un salario de subsistencia.
Todo esto esta siendo posible, entre otras cosas, por que la clase trabajadora (donde incluyo a los autónomos y a las Pymes) no se dan cuenta de la gran perdida que ha supuesto la devaluación/marginación/criminalización de los llamados Agentes Sociales (sindicatos y políticos) los cuales son vistos ahora más como parte del problema que como parte de la solución.
Llegados a este punto es imprescindible que la clase trabajadora tome conciencia de la dramática situación en la que vivimos, donde nos estamos jugando no solo un puesto de trabajo sino la condición y derechos de seres humanos al querer convertirnos en un engranaje más del sistema productivo, en una mercancía más.
Es por todo ello que, ahora más que nunca, el Frente Cívico Somos Mayoría es una herramienta imprescindible para la sociedad que debe ayudar a cementar alianzas entre organizaciones de toda índole que defiendan los intereses de los de abajo frente a los de arriba. Acudamos todos a todas las manifestaciones y acciones de protesta. Es hora de que nos demos cuenta de que la lucha de clases no solo no ha dejado de existir, sino que, está en uno de los momentos más álgidos de todo la historia de la humanidad.
La fuerza de los de arriba está en los miles de nosotros que nos quedamos en el sillón a ver las manifestaciones por el telediario. Cambiemos esto!
Las mentiras de siempre del FMI
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