Manuel Pezchico
Miembro del FCSM-Málaga
Reflexiones
sobre la Asamblea del FCSM de Málaga del 20/06/2013 en la que se trataron
documentos para el debate de la Segunda Fase de la Asamblea Constituyente.
Organización, Estatutos y Modelo de Representación del Frente Cívico Estatal.
Una vez finalizada la última
Asamblea, y su correspondiente “sobremesa” al aire libre, tenía la sensación de
que, a pesar de los temas tratados y lo hablado posteriormente, quedaban
algunos cabos sueltos.
Desde mi punto de vista, lo
importante no era el hecho concreto en sí, sino que experiencias como la que
acabábamos de tener, pudieran estar motivando la sensación de vacuidad (mis disculpas por la palabreja, pero, por el
momento no encuentro otra) de los esfuerzos realizados, responsable, en parte,
de esa “desafección” que, en
determinadas ocasiones, apreciamos en
el seno de este embrión organizativo.
Voy a intentar transmitiros
mi opinión al respecto, con el deseo de que, redunde en beneficio de tod@s.
Perdonad por la extensión, pero no he sabido hacerlo con menos palabras.
No me las doy de futurólogo
ni adivino, de esos ya tenemos demasiados en el Gobierno y no pierden
oportunidad de demostrar su incompetencia,… (entre nosotros también los hay,
pero estos con un índice mayor de aciertos, jejeje).
En un “chat” con Miguel
previo a la Asamblea, prevenía lo que podía pasar dado el volumen, la
dispersión y la aridez de los temas a tratar. Lo que requeriría un “trabajo previo de zapa y desbroce”,
que facilitase el camino a los que vienen detrás, de cara a procurar que, los
árboles, los arbustos y las zarzas, nos “impidiesen ve el bosque”.
No me siento satisfecho al
confirmar que tenía razón.
Entre los asistentes a dicha
Asamblea, catalogada por nuestro delegado como una de las más importantes
habidas hasta la fecha, eran pocos
los que se habían leído los
materiales sobre los que se requería nuestra decisión.
Mezclemos la falta de tiempo
al estar comprometidos en innumerables tareas, la aridez y volumen de los temas
a tratar, añadamos la falta de concreción de los mismos, la natural
tendencia del ser humano a “resolver los
asuntos sobre la marcha”, y tendremos un coctel
muy peligroso que es el que, (según un acertado comentario de un
compañero de mesa), contribuye, en definitiva, al mal endémico que padece
nuestra sociedad y que consiste en “dejar
las decisiones que nos afectan de lleno, en manos de otros”.
Una participación responsable en cualquier organización que se
precie requiere un trabajo fatigoso, e ingrato a veces, de permanente estudio y formación, que, a pesar de ser
conscientes de las propias carencias y debilidades, se ve premiado por la
satisfacción interna de reconocernos artífices
de nuestro propio destino, a la vez que ponemos nuestro granito de
arena en una labor de equipo que redundará en beneficio de todos.
Sin embargo, a pesar de ser
conscientes de la sempiterna “flojera” que nos lleva a acudir a las reuniones
con los asuntos del orden del día “cogidos con alfileres”, no se puede pedir a
un grupo tan heterogéneo de personas como el que compone nuestra Asamblea que
tenga que vérselas, “a cara de perro”, con un “tocho” como el de la PROPUESTA DE ESTATUTOS Y ORGANIZACIÓN
DEL FCSM, sin que cunda el, más que razonable, desánimo.
Incluso a los que
encontramos apasionante la lectura y la terminología jurídica no nos es
totalmente ajena, le hemos tenido que dedicar bastantes horas de trabajo (verdad
Noelia?).
No se puede pedir a una
persona le cuesta trabajo leer un artículo en el periódico, que exponga su
punto de vista sobre un material complejo,
sobre el que existen múltiples propuestas, con el argumento de que “está
en la red”. ¡Esa no es la TRANSPARENCIA, que buscamos!.
Si de verdad queremos que la
ciudadanía participe en la toma de las decisiones que les afectan, debemos ser capaces de hacer llegar la
información a la MAYORIA de los ciudadanos de la forma que sea más cercana y
comprensible.
No se puede pedir a nadie
más esfuerzo del que está preparado, o dispuesto, a realizar.
Si no lo hacemos así entre
nosotros mismos, que pretendemos ser la “avanzadilla más consciente” ¿Cómo
vamos a hacerlo con los demás?.
Entiéndaseme bien. Cada cual
tiene sus aptitudes, naturaleza y capacidades. Todos somos necesarios, pero no a todos nos cuesta el mismo esfuerzo
hacer de todo. No es lo mismo tener madera de “activista” que de
“estratega”, “táctico” o “ideólogo”. Eso sin descender a funciones más técnicas
como la de economista, abogado, electricista, jardinero, diseñador gráfico o…
espeleólogo.
Si a esto unimos los
personalísimos gustos, apetencias y afinidades y cada uno, llegaremos a la
conclusión de aquel torero famoso de que debe haber “gente pa tó”.
¿A qué viene todo esto que
ya damos por sabido?. Pues, sencillamente: que no lo ponemos en práctica.
Vaya por delante mi
reconocimiento y admiración a todos los que no pierden oportunidad alguna para
hacer acto de presencia en los más variados eventos; a los que recorren un
montón de kilómetros para acudir a las distintas convocatorias; a los que hacen
generosa entrega de su tiempo y su dinero para defender una idea que parecía una utopía, pero que, en ocasiones nos muestra
su cara más amable y su apariencia de “SI SE PUEDE”. En definitiva, a todos
los que, con ánimo incombustible, son el motor, la cara y el corazón del FC.
Consciente de mis propias
limitaciones, ¡quizás, yo mismo, no sería capaz de llegar a tanto!.
Lo que vengo a decir, con
esta retahíla, es que TODOS SOMOS
NECESARIOS, pero cada uno en lo suyo.
Eso sí, con el objetivo común de facilitar, en la medida de lo posible, el recorrido, a los que sean menos prácticos en la materia de que se
trate, para que ninguno que tenga verdadero interés, quede rezagado.
En caso contrario: ¡nunca
seremos la pretendida MAYORIA.!
Hay dos formas de ayudar a una
persona a superar los escalones de una hipotética escalera del crecimiento (a
todos los niveles), del ser humano: tirando de ella o apoyándola desde atrás.
Quizás las organizaciones políticas y sociales ha hecho un uso preferente del
primer método. Tal vez el FC, esté en disposición de poner en valor, también,
la segunda manera.
Este es el verdadero
compromiso en el que deberíamos estar todos implicados.
O como diría el viejo lema
revolucionario: “de cada cual según
su capacidad, a cada cual según su necesidad”.
De este modo haremos que
cualquier objetivo que nos marquemos sea implementado con un nivel de esfuerzo
bien distribuido, equitativo y justo; lo que contribuirá a reducir el “desgaste
personal”, contribuirá al éxito y garantizará la sostenibilidad de este
ilusionante proyecto que supone el FCSM.
Yendo a lo concreto. Lo
expuesto anteriormente provocó que las conclusiones
de la Asamblea, fueran, como poco, “peculiares”.
El resultado de las
votaciones en el tema de los ESTATUTOS, dejó constancia de nuestra “riqueza de
pareceres y virtudes democráticas”, jejeje, al cerrarse con un exacto 33% para
cada una de las tres opciones votadas. Aunque, por lo escrito anteriormente, me da la
impresión, de que, el segmento abstencionista debiera haberse alzado con amplia
mayoría.
En este estado de cosas, es
de agradecer el impagable e irrepetible resumen con un toque de humor, al
estilo de los hermanos Marx, con el que nos obsequió Isa y que despertó las
carcajadas de la concurrencia. ¡Al mal tiempo buena cara!.¡Es muy sano reírse
de uno mismo!.
Sin embargo, el punto álgido
del debate lo constituyó la segunda votación relativa a los factores a tener en cuenta para determinar el número de “representantes/delegados”
de cada zona, que, arrojó un
rotundo empate de los partidarios de que fueran TRES los factores a tener en cuenta: una persona por Provincia,
y el resto ponderado al número de asociados y al censo de habitantes de la zona en cuestión, (de acuerdo con la
propuesta realizada por la Comisión de Organización de cara a la próxima
Asamblea Constituyente) y la de que dicha representación estuviera basada en DOS factores: una persona por Provincia y el resto
ponderado en función del número de
asociados.
¡¡Lástima que no se tuvo en
cuenta que, esta última opción no se encontraba entre las propuestas incluidas
en los documentos sobre los que había que pronunciarse!!.
Lo que, en cualquier caso,
sí quedó claro, fue nuestra opinión de que
el factor “número de afiliados” debería tener mayor relevancia que el “número
de habitantes”.
Desde luego no se lo hemos
puesto fácil a la Secretaria a la hora de redactar el Acta.
Espero que esta líneas hayan
sido de utilidad para lo que hayan llegado hasta aquí y en cualquier caso
motivo de reflexión. Muchas gracias por vuestra paciencia
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