domingo, 23 de junio de 2013

DOS O TRES PATAS



Manuel Pezchico
Miembro del FCSM-Málaga

Reflexiones sobre la Asamblea del FCSM de Málaga del 20/06/2013 en la que se trataron documentos para el debate de la Segunda Fase de la Asamblea Constituyente. Organización, Estatutos y Modelo de Representación del Frente Cívico Estatal.

Una vez finalizada la última Asamblea, y su correspondiente “sobremesa” al aire libre, tenía la sensación de que, a pesar de los temas tratados y lo hablado posteriormente, quedaban algunos cabos sueltos.
Desde mi punto de vista, lo importante no era el hecho concreto en sí, sino que experiencias como la que acabábamos de tener, pudieran estar motivando la sensación de vacuidad (mis disculpas por la palabreja, pero, por el momento no encuentro otra) de los esfuerzos realizados, responsable, en parte, de esa “desafección” que, en determinadas ocasiones, apreciamos  en el  seno de este embrión organizativo.
Voy a intentar transmitiros mi opinión al respecto, con el deseo de que, redunde en beneficio de tod@s. Perdonad por la extensión, pero no he sabido hacerlo con menos palabras.
No me las doy de futurólogo ni adivino, de esos ya tenemos demasiados en el Gobierno y no pierden oportunidad de demostrar su incompetencia,… (entre nosotros también los hay, pero estos con un índice mayor de aciertos, jejeje).
En un “chat” con Miguel previo a la Asamblea, prevenía lo que podía pasar dado el volumen, la dispersión y la aridez de los temas a tratar. Lo que requeriría un “trabajo previo de zapa y desbroce”, que facilitase el camino a los que vienen detrás, de cara a procurar que, los árboles, los arbustos y las zarzas, nos “impidiesen ve el bosque”.
No me siento satisfecho al confirmar que tenía razón.
Entre los asistentes a dicha Asamblea, catalogada por nuestro delegado como una de las más importantes habidas hasta la fecha, eran pocos los que se habían leído los materiales sobre los que se requería nuestra decisión.
Mezclemos la falta de tiempo al estar comprometidos en innumerables tareas, la aridez y volumen de los temas a tratar, añadamos la falta de concreción de los mismos, la natural tendencia  del ser humano a “resolver los asuntos sobre la marcha”, y tendremos un coctel  muy peligroso que es el que, (según un acertado comentario de un compañero de mesa), contribuye, en definitiva, al mal endémico que padece nuestra sociedad y que consiste en “dejar las decisiones que nos afectan de lleno, en manos de otros”.
Una participación responsable en cualquier organización que se precie requiere un trabajo fatigoso, e ingrato a veces, de permanente estudio y formación, que, a pesar de ser conscientes de las propias carencias y debilidades, se ve premiado por la satisfacción interna de reconocernos artífices de nuestro propio destino, a la vez que ponemos nuestro granito de arena en una labor de equipo que redundará en beneficio de todos.
Sin embargo, a pesar de ser conscientes de la sempiterna “flojera” que nos lleva a acudir a las reuniones con los asuntos del orden del día “cogidos con alfileres”, no se puede pedir a un grupo tan heterogéneo de personas como el que compone nuestra Asamblea que tenga que vérselas, “a cara de perro”, con un “tocho” como el de la PROPUESTA DE ESTATUTOS Y ORGANIZACIÓN DEL FCSM, sin que cunda el, más que razonable, desánimo.
Incluso a los que encontramos apasionante la lectura y la terminología jurídica no nos es totalmente ajena, le hemos tenido que dedicar bastantes horas de trabajo (verdad Noelia?).
No se puede pedir a una persona le cuesta trabajo leer un artículo en el periódico, que exponga su punto de vista sobre un material complejo,  sobre el que existen múltiples propuestas, con el argumento de que “está en la red”.  ¡Esa no es la TRANSPARENCIA, que buscamos!.
Si de verdad queremos que la ciudadanía participe en la toma de las decisiones que les afectan, debemos ser capaces de hacer llegar la información a la MAYORIA de los ciudadanos de la forma que sea más cercana y comprensible.
No se puede pedir a nadie más esfuerzo del que está preparado, o dispuesto, a realizar.
Si no lo hacemos así entre nosotros mismos, que pretendemos ser la “avanzadilla más consciente” ¿Cómo vamos a hacerlo con los demás?.
Entiéndaseme bien. Cada cual tiene sus aptitudes, naturaleza y capacidades. Todos somos necesarios, pero no a todos nos cuesta el mismo esfuerzo hacer de todo. No es lo mismo tener madera de “activista” que de “estratega”, “táctico” o “ideólogo”. Eso sin descender a funciones más técnicas como la de economista, abogado, electricista, jardinero, diseñador gráfico o… espeleólogo.
Si a esto unimos los personalísimos gustos, apetencias y afinidades y cada uno, llegaremos a la conclusión de aquel torero famoso de que debe haber “gente pa tó”.
¿A qué viene todo esto que ya damos por sabido?. Pues, sencillamente: que no lo ponemos en práctica.
Vaya por delante mi reconocimiento y admiración a todos los que no pierden oportunidad alguna para hacer acto de presencia en los más variados eventos; a los que recorren un montón de kilómetros para acudir a las distintas convocatorias; a los que hacen generosa entrega de su tiempo y su dinero para defender una idea que parecía una utopía, pero que, en ocasiones nos muestra su cara más amable y su apariencia de “SI SE PUEDE”. En definitiva, a todos los que, con ánimo incombustible, son el motor, la cara y el corazón del FC.
Consciente de mis propias limitaciones, ¡quizás, yo mismo, no sería capaz de llegar a tanto!.
Lo que vengo a decir, con esta retahíla, es que TODOS SOMOS NECESARIOS, pero cada uno en lo suyo.
Eso sí, con el objetivo común de facilitar, en la medida de lo posible, el recorrido, a los que sean menos prácticos en la materia de que se trate, para que ninguno que tenga verdadero interés, quede rezagado.
En caso contrario: ¡nunca seremos la pretendida MAYORIA.!
Hay dos formas de ayudar a una persona a superar los escalones de una hipotética escalera del crecimiento (a todos los niveles), del ser humano: tirando de ella o apoyándola desde atrás. Quizás las organizaciones políticas y sociales ha hecho un uso preferente del primer método. Tal vez el FC, esté en disposición de poner en valor, también, la segunda manera.
Este es el verdadero compromiso en el que deberíamos estar todos implicados.
O como diría el viejo lema revolucionario: “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad”.
De este modo haremos que cualquier objetivo que nos marquemos sea implementado con un nivel de esfuerzo bien distribuido, equitativo y justo; lo que contribuirá a reducir el “desgaste personal”, contribuirá al éxito y garantizará la sostenibilidad de este ilusionante proyecto que supone el FCSM.
Yendo a lo concreto. Lo expuesto anteriormente provocó que las conclusiones de la Asamblea, fueran, como poco, “peculiares”.
El resultado de las votaciones en el tema de los ESTATUTOS, dejó constancia de nuestra “riqueza de pareceres y virtudes democráticas”, jejeje, al cerrarse con un exacto 33% para cada una de las tres opciones votadas.   Aunque, por lo escrito anteriormente, me da la impresión, de que, el segmento abstencionista debiera haberse alzado con amplia mayoría.
En este estado de cosas, es de agradecer el impagable e irrepetible resumen con un toque de humor, al estilo de los hermanos Marx, con el que nos obsequió Isa y que despertó las carcajadas de la concurrencia. ¡Al mal tiempo buena cara!.¡Es muy sano reírse de uno mismo!.
Sin embargo, el punto álgido del debate lo constituyó la segunda votación relativa a los factores a tener en cuenta para determinar el número de “representantes/delegados”  de cada zona, que, arrojó un rotundo empate de los partidarios de que fueran TRES los factores a tener en cuenta: una persona por Provincia, y el resto ponderado al número de  asociados y al censo de habitantes de la zona en cuestión, (de acuerdo con la propuesta realizada por la Comisión de Organización de cara a la próxima Asamblea Constituyente) y la de que dicha representación estuviera basada en DOS factores: una persona por Provincia y el resto ponderado en función del número de asociados.
¡¡Lástima que no se tuvo en cuenta que, esta última opción no se encontraba entre las propuestas incluidas en los documentos sobre los que había que pronunciarse!!.
Lo que, en cualquier caso, sí quedó claro, fue nuestra opinión de que el factor “número de afiliados” debería tener mayor relevancia que el “número de habitantes”.
Desde luego no se lo hemos puesto fácil a la Secretaria a la hora de redactar el Acta.
Espero que esta líneas hayan sido de utilidad para lo que hayan llegado hasta aquí y en cualquier caso motivo de reflexión. Muchas gracias por vuestra paciencia

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