Desde el Frente Cívico – Somos Mayoría (FCSM) nos vemos en la obligación de expresar nuestra enérgica repulsa a los presuntos casos de corrupción que se están desvelando en los últimos días y que se unen a una larga lista que afectan a todos los estamentos del estado. Desde la Casa Real hasta el gobierno pasando por el poder judicial son innumerables los escándalos que, en caso de un mínimo de decencia y honestidad, deberían provocar dimisiones a los más altos niveles, a la espera de la depuración de responsabilidades penales de los imputados.
Lejos de esto, la respuesta a estos hechos es siempre la negación, la ocultación y, una vez condenados los culpables, el indulto. Indulto para los corruptos, amnistía para los defraudadores y rescates con dinero público para los bancos causantes de la crisis, son hechos bien conocidos y que contrastan, por poner un ejemplo, con la beligerancia con que se ejecutan diariamente los desahucios que afectan a la clase trabajadora, como consecuencia de una crisis a cuyas causas es ajena.
A las autoridades no les tiembla el pulso a la hora de dejar en la calle a familias enteras, ancianos o discapacitados, y provocar con ello oleadas de suicidios de personas honradas a las que se niega un medio de subsistencia. Tampoco les causa el más mínimo pudor negar la asistencia sanitaria a determinados colectivos, cerrar servicios de urgencias, reducir en general los servicios sanitarios en perjuicio de la salud de la población, abandonar a su suerte a las personas dependientes o bien exprimir al máximo a jubilados con paupérrimas pensiones exigiéndoles un repago por servicios básicos. No escapan de esta sangría otros servicios esenciales para el presente y el futuro de nuestro país, como la educación.
En definitiva un desmantelamiento de los servicios públicos hechos en nombre de una austeridad que, además de demostrarse ineficaz e incluso contraproducente para combatir la crisis económica, se nos revela cada vez más claramente como una gran burla macabra cuando se van desvelando apropiaciones indebidas de fondos públicos por parte de nuestros dirigentes con absoluta impunidad.
El FCSM hace un llamamiento a la población para da respuesta a todos estos abusos. Es imprescindible que se genere una ‘rebelión cívica’, que comience con la participación pacífica en todas las movilizaciones, protestas y huelgas que se convoquen contra el expolio de los recursos y servicios públicos, culminando en un debate colectivo encaminado a aportar alternativas a la situación existente. Hoy más que nunca debemos dotar de sentido las necesarias protestas, con la construcción colectiva de nuevas formas de convivencia, basadas en dos pilares fundamentales: justicia social y democracia participativa.
Creemos imprescindible la unión solidaria de todos los colectivos ciudadanos, organizaciones sociales y sindicales, para conseguir el objetivo común de un nuevo modelo de sociedad más justo y democrático. Porque juntos somos mayoría.
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