Miguel Luis Jiménez Atencia
Mesa Estal FCSM
Los
medios de comunicación se definen mejor por las noticias que no dan
que por las que venden a la sociedad. El martes 17 de Septiembre se
produjo la gran noticia que va a condicionar la vida de millones de
personas en España. La ministra de empleo, Fátima Báñez, presentó
la memoria económica de la nueva reforma de las pensiones. Según
los expertos en Seguridad social, incluidos los que han participado
en el estudio que sustenta la citada memoria económica, esto
supondrá una reducción de entre el 10 y el 12% de las pensiones que
cobran nuestros mayores. El propio gobierno estima un ahorro en
pensiones que ronda los 33.000 millones de euros en los próximos 8
años (10% del presupuesto anual del estado). Sin embargo en multitud
de medios de comunicación, esta noticia fue obviada. Sencillamente
no está.
La
gran mayoría de los expertos en Seguridad social y Economía de este
país, tanto de derechas como de izquierdas, están de acuerdo en que
la reforma de las pensiones de más que necesaria. Sin embargo, ahí
acaban las coincidencias.
Por
un lado, los especialistas neoliberales abogan por un
desmantelamiento progresivo del sistema publico de pensiones,
retirando fondos y reduciendo los ingresos para terminar recomendando
a los ciudadanos suscribir planes privados de pensiones. Se escudan
en datos demográficos, esperanza de vida, paro galopante, etc. No en
vano, de los 12 expertos que elaboraron el estudio previo sobre
pensiones en el que se basa el gobierno, 8 han estado a sueldo de la
banca y las grandes aseguradoras. Esta noticia tampoco la podremos
encontrar en los Medios de Comunicación Masivos (Media Mass). Es
fácil apreciar como la "opción" de la banca y aseguradoras
encuentran el inestimable apoyo de la inmensa mayoría de los medios
de comunicación que repiten hasta la saciedad este tipo de mensajes
sin entrar en su debate ni estudio crítico. Es el dogma dominante
donde la razón no debe de tener cabida.
Por
otro lado, podemos encontrar un nutridísimo grupo de economistas,
expertos en Seguridad Social e intelectuales que no solo ponen en
tela de juicio la supuesta viabilidad a medio y largo plazo del
Sistema Nacional de Pensiones con este tipo de medidas, sino que
demuestran de forma contundente que los argumentos esgrimidos para
defender este tipo de reforma son falsas, interesadas y carecen de
evidencia científica. Obvia decir que este tipo de informaciones
nunca las podrá encontrar usted en los Media Mass.
Veamos
los datos:
Se
nos dice de forma Goebbeliana que como la esperanza de vida de los
españoles ha aumentado 6 años en los últmos 30, esto quiere decir
que las personas ancianas viven 6 años más de media y por lo tanto
"gastan" más pensiones que anteriormente poniendo en
riesgo la viabilidad del sistema. Esto es falso. Es necesario conocer
cómo se calcula la esperanza de vida. Si tuviesemos un pais con dos
únicos ciudadanos y uno viviese hasta los 80 años y otro murirese
al nacer la esperanza de vida sería (80+0)/2 = 40 años. Supongamos
ahora que uno vive hasta los 80 años y otro hasta los 20 (80+20)/2 =
50 años. Es decir, la esperanza de vida ha subido 10 años, sin
embargo el anciano ha seguido muriendo con 80 años, ven el engaño?
Esto mismo es lo que ha pasado en España, a principios de la década
de los años 80 la tasa de mortalidad infantil era de casi el 30%o
mientras que en el 2007 era de menos del 3,3%o
.
El que cada vez muere menos niños es básicamente lo que ha hecho
subir nuestra esperanza de vida, al igual que ha ocurrido en los
países de nuestros entornos.
Segundo
argumento neoliberal: Como se viven más años es lógico que también
trabajen más años. Este argumento, además de ser falso, obvia la
gran diferencia que existe en la esperanza de vida de los españoles
en base a su clase social. Hoy, en España, el 10% de las personas
más ricas del país viven 10 años más que las personas que
componen el 10% de los más pobres. Que todos los ancianos trabajen
más, obviando que los ricos vivirán, estadísticamente, más que
los pobres es además de injusto, inmoral.
El
tercer gran argumento que se nos repite desde los Media Mass es el
poblacional: A más gente anciana que vive más años y menos gente
joven, mayor será el problema de la financiación. Sin embargo, esto
es igualmente falso y sesgado. De la misma manera que actualmente en
una fábrica de coches trabajan 500 empleados cuando hace 30 años
eran 5000 para sacar adelante la misma producción. Es decir la
productividad de cada trabajador ha aumentado vertiginosamente en
esos 30 años. De la misma manera un trabajador de hoy, dentro de
otros 30 años producirá y contribuirá muchas veces lo que produce
en la actualidad.
Llegados
a este punto podemos empezar a entender que el verdadero problema del
Sistema Nacional de Pensiones no es ni el demográfico, ni la
esperanza de vida ni el que los ancianos trabajen más o menos. El
verdadero problema es el laboral. El escaso porcentaje de puestos de
trabajo y por lo tanto de contribución al sistema. Si España, tal y
como dice el profesor Vicens Navarro, tuviese el mismo porcentaje de
población adulta trabajando en los servicios del Estado del
Bienestar que tiene Suecia, España tendría 5 millones más de
puestos de trabajo, 5 millones más de contribuciones a la Seguridad
Social. Fin del problema.