Los altos cargos del Partido Popular se encuentran inmersos en una dinámica de provocación constante hacia una parte cada vez más amplia de la sociedad, sometiéndonos a sabiendas a las nefastas consecuencias de los dictados de los mercados, que a golpe de recorte y políticas antisociales ejecutadas por ellos mismos, como auténticos sicarios neoliberales, aplastan como un rodillo nuestro exiguo estado de bienestar, único garante que salvaguardaba a los más desfavorecidos de la exclusión social.
La coyuntura actual no puede de
ninguna manera favorecer otra cosa que no sea la indignación cada vez
más generalizada que avanza entre capas cada vez más amplias de la
sociedad y con el tiempo son más los que abandonan su letargo a golpe de
afección o simple solidaridad, al ver comprometido algo más que su
propio presente, su futuro y el de sus hijos. Y esta respuesta se
traduce en lo que hasta ahora es, en aquellos casos en que se produce,
una forma ejemplificante de protesta donde la única forma de violencia
está siendo ejercida, sin paliativo alguno, por el estado. Una violencia
física y moral, que se expresa en un despotismo absoluto que desde
las élites emana hacia los más débiles, una falta de solidaridad y
empatía impropia de aquellos que dicen ejercer un cargo público por puro
compromiso social, ¡ja!
En los últimos días, sorprendidos
por la innovadora maniobra de protesta social de colectivos como la PAH,
sorprendidos de su resistencia a las amenazas y coacciones, del
implacable y masivo apoyo que están teniendo entre la ciudadanía, el
impecable comportamiento que afectados, colaboradores, desahuciados,
padres y madres de familia con sus hijos, están demostrando en los
llamados escraches, han pasado a una ofensiva, de momento dialéctica, de
difícil vuelta atrás, donde el poder comienza a mostrar la parte más
violenta de su rostro, buscando la excusa perfecta para actuar con puño
de hierro de forma represiva y dictatorial.
Y es aquí donde llega nuestro
momento, donde debemos demostrar que esta nueva forma de resistencia por
innovadora e inesperada, puede y debe romper los esquemas de su rancia
concepción del ejercicio de un poder que ellos llaman democrático pero
no lo es. Esperan que ante sus provocaciones seamos temperamentales y
cometamos errores, esperan que caigamos en su discurso del mensaje fácil
y la carencia de pedagogía, que respondamos a irreflexivos impulsos
primarios que creen las condiciones perfectas para allanar el camino su
perpetuación en el poder, quizás otros cuarenta años, esperan que
colaboremos en su permanente estrategia de las dos Españas enfrentadas
que nunca existieron, salvo cuando las crearon políticos sanguinarios e
irresponsables como ellos a los que nunca importo perpetuarse en la
cumbre a costa de la sangre y la mierda de los parias destinados a
matarse unos a otros.
No caigamos en su trampa compañeros,
no les demos de nuevo el placer de la victoria, continuemos esta lucha
tranquila pero implacable, hagamos de la pedagogía nuestro principal
arma, pues es por eso por lo que nos temen y por lo que nos consideran
peligrosos para sus intereses, y a fe que lo somos. SI SE PUDE!!
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