jueves, 17 de octubre de 2013

EL FCSM SE ADHIERE AL DOCUMENTO EN DEFENSA DEL SISTEMA PUBLICO DE PENSIONES

Mesa Estatal FCSM
 
La Mesa Estatal del Frente Cívico “Somos Mayoría”, en su reunión del 6 de octubre, aprobó por unanimidad asumir y adherirse al documento “EN DEFENSA DEL SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES” (http://documentopensiones.org/) que desautoriza el informe elaborado por los expertos designados por el Gobierno, en el cual se basa el anteproyecto de ley de reforma de las pensiones presentado por el Ministerio de Empleo.
El FCSM considera este anteproyecto de ley como una nueva agresión, excepcionalmente grave, contra los trabajadores y pensionistas de este país. El ataque forma parte del proyecto, que bajo mandato de la Troika y englobado en el marco de las “reformas estructurales”, pretende desmantelar todas las conquistas sociales logradas durante décadas para aumentar el beneficio del capital financiero. Recordemos que su antecedente más cercano fue la reforma de las pensiones llevada a cabo por el anterior Gobierno del PSOE, que amplió la edad de jubilación a los 67 años.
El documento demuestra cómo el informe de los expertos del Gobierno se basa en falsedades o “verdades no científicas” para proclamar la supuesta crisis del sistema público de pensiones y, por tanto, presentar una solución, también supuestamente técnica y aséptica, para garantizar su viabilidad.
En primer lugar, no es cierto que las pensiones corran peligro por la crisis, ya que tanto los poderes políticos como los económicos llevan alertando de este peligro mucho antes de la crisis actual. Paradójicamente, los “expertos” ya afirmaron en 2010, para justificar el aumento de la edad de jubilación a los 67 años, que si se subía la edad de jubilación, las pensiones estarían garantizadas como mínimo hasta el 2027 y tendrían una proyección de garantía hasta el 2050. En base a estas profecías, que han ido retrasando su fecha de cumplimiento, han realizado reformas, todas ellas, como la actual, encaminadas a disminuir la cuantía de las pensiones.
Además, la crisis de las pensiones públicas no es una verdad técnica si no una con-strucción política e ideológica. Basándose en una realidad demográfica (cada vez hay más pensionistas, porque la gente vive más años; cada vez hay menos cotizantes porque hay menos población en edad de trabajar), que castiga un avance social como el aumento de la esperanza de vida, lanzan una alarma social sobre la “crisis de las pensiones”.
Pero si se analizan los argumentos, se observa otra realidad:
• El número de cotizantes no sólo se ha reducido por el factor demográfico si no por el principal problema social que sacude al país, el paro, y ante el cual no se plantean soluciones, más allá de abaratar el despido.
• Los ingresos del sistema de pensiones no dependen únicamente del número de cotizantes si no de la productividad de éstos, que no ha dejado de aumentar.
• La existencia de un déficit entre los ingresos y los gastos de la Seguridad Social no debería suponer una crisis existencial del sistema, en un momento en el que el resto de las partidas estatales presentan desequilibrios que son aceptados.
• La financiación del sistema de pensiones a través únicamente de las cotizaciones de los trabajadores es una decisión política y técnica. Es posible aumentar esa financiación a través de los presupuestos de un estado que garantiza el derecho a percibir una pensión en el artículo 50 de su Constitución.
• Estas partidas “extras” si se han utilizado ante situaciones supuestamente graves sufridas por el sector financiero, como el rescate bancario.
Tras cometer esta estafa ideológica, los expertos recomiendan una serie de medidas técnicas que conllevan una disminución de las pensiones públicas, justo en el momento en que éstas significan el soporte económico de muchas familias españolas, condenando, por tanto, a miles de familias la pobreza. Sin olvidar que esta rebaja de las pensiones continúa la senda de disminución de salarios emprendida por las reformas laborales, toda vez que la pensión forma el salario diferido, derecho de todo trabajador pasado y futuro.
Teniendo en cuenta que estos “expertos gubernamentales” están ligados, directa o indirectamente, a diferentes empresas del sector financiero, no es de extrañar la solución a la que animan a esta población, que pronto estará empobrecida. Recomiendan la inversión en pensiones privadas, sin advertir del enorme riesgo y la baja rentabilidad que conllevan.
Y aquí se puede ver la verdadera motivación de esta contrarreforma de las pensiones. Una nueva apropiación, por parte del capital financiero, de un negocio hasta ahora público, de enorme rentabilidad, auspiciada por la Troika.
Las pensiones privadas darán menos beneficio mientras exista un sistema público de pensiones, por lo que alertar sobre la crisis de éste, desmantelarlo y obligar a gran parte de la población a contratar una pensión privada (mientras el resto queda condenado a la pobreza), es una nueva desposesión de recursos públicos, que se destinan hacia el único sector que se ha venido beneficiando de la crisis; el financiero, la banca privada.
En realidad, la reforma del sistema de pensiones está más conectada con los objetivos del capital financiero que con la viabilidad del mismo o con el bienestar o la seguridad de los pensionistas.
El Frente Cívico Somos Mayoría hace un llamamiento a la ciudadanía para que no se deje engañar por una argumentación falsa e interesada y manifieste un rechazo frontal al recorte de las pensiones públicas, reclamando con toda firmeza otra política económica frente a la crisis que no siga destruyendo empleo y generando cada día más deuda y empobrecimiento.
No permitamos que se pierdan los derechos conseguidos por los trabajadores de generaciones anteriores y que tanta lucha requirieran.


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